
EL PARASITISMO SEXUAL DEL PEZ LINTERNA
OpinionEl 29 de abril fue el día del animal y de la Inmunología, y Sole Gori fusionó ambos temas y planteó lo que es un desafío para la Inmunología: El parasitismo sexual de los cerátidos (Pez linterna o Angler Fish).
En el marco del 29 de abril que fue el Día del Animal, también es el Día de la Inmunología, entonces traje una historia que hace como una simbiosis entre las dos, una fusión y vamos a hablar de fusión justamente. Vamos a hablar de un pez que se llama Pez Linterna, Pez Anzuelo, Angler Fish es el nombre en inglés y es conocido por “Buscando a Nemo”, que aparece justamente ahí, aparece como con una forma medio maligna podríamos decir, estereotipado como un pez muy feo.
Pero la verdad es que ahí se puede comparar el tamaño de una de las especies que es parte de este de Angler Fish y podemos ver la hembra que es la que está abajo y es bastante grande como verán, comparado con el que tiene en la mano que es el macho.
Lo más conocido en realidad de estos peces es justamente la linterna que tienen en la cabeza, por eso lo llaman así y generalmente se habla de eso. Es como un anzuelo que tiene para enganchar a las presas, que es básicamente utilizar la bioluminiscencia de bacterias que se benefician con el alimento por estar ahí con el pez, pero que además le dan luz.
Como este animal vive en las profundidades por debajo de los 300 metros en los océanos y tiene una gran distribución en el mundo, está en un lugar donde no llega la luz. Entonces tiene que tener una estrategia adaptativa para justamente conseguir a las presas. Pero eso no es lo que más me interesa para esta columna sino justamente los hábitos reproductivos que tiene esta especie.
Y lo que tiene es el dimorfismo sexual, en primer lugar. La diferencia que tiene de tamaño en la hembra que puede llegar a ser hasta quinientas mil veces más pesada que el macho. Lo llamativo es que tiene adosado al macho. O sea, esa es la hembra y lo que tiene es uno o varios machos. Depende la especie, pueden estar fusionados a la piel de la hembra o sea los individuos machos lo que hacen es (cuando son juveniles larvas) mantenerse viviendo con reservas de alimento pero tienen desarrollados ojos y sistema olfatorio para poder encontrar a la hembra.
Cuando se encuentran la hembra, se fusionan con los tejidos, se fusionan la piel y queda la boca a partir de una mordida y empiezan a fusionarse el aparato bucal del macho con la piel de la hembra y empieza hasta los que están permanentemente asociados (hay algunas especies que es temporaria nada más esa asociación) empieza a hasta atrofiarse el macho, a dejar de tener algunos órganos propios, algunos funcionamientos y pueden algunas especies hasta compartir el sistema circulatorio.
No se rechazan porque justamente tienen estas mutaciones que permiten que no haya rechazo y eso abre una ventana a buscar esos genes y a conocer un poco más. Y quizás, a tratar de pensar en la evolución como ese lugar donde pueden estar las respuestas que buscamos desde la inmunología que a veces nos quedamos solamente viendo al humano y nos perdemos un montón de cosas. De hecho todo lo que existe en las profundidades del mar y desconocemos. Y bueno, ahí podrían estar algunas respuestas.