“Hay activación del mercado de trabajo»
EntrevistasLa investigadora del Instituto del Conurbano de la UNGS, Verónica Maceira, charló en Radio 10 sobre el último informe con datos del mes de noviembre de 2021 en el que se resalta cierta recuperación laboral, pero persisten las necesidades de mejores salarios.
¿Cuánto hace que están llevando este relevamiento?
Este es el quinto, el primero lo hicimos en el mes de marzo de 2020, fue una iniciativa de la unidad de Ciencias Sociales y del Ministerio de Ciencia y Técnica, y es una convocatoria de investigadores, investigadoras de todo el país para poder revelar las situaciones en todos los barrios populares. Nos sumamos a esta convocatoria y lo continuamos de manera autónoma por parte de nuestro Instituto, que está emplazado en el Conurbano bonaerense y, por lo tanto, tenemos una vinculación importante por nuestro trabajo territorial con todo el Conurbano.
¿Cuáles son los ejes que aborda el relevamiento?
Son los mismos que van proponiendo como preocupaciones los mismos referentes. A su vez, en cada relevamiento en función del contexto vamos tomando algunas dimensiones que queremos incorporar.
Con respecto a otros años, ¿cuáles son las diferencias en las demandas de la actualidad?
En este último relevamiento que se hizo en noviembre-diciembre, lo que vemos en la activación del mercado de trabajo es reconocida por una parte importante de los referentes entrevistados, más importante de lo que habíamos visto en el relevamiento del mes de junio. Pero 1 de cada 4 sigue nombrando la dificultad laboral de reinserción, es una de las problemáticas más importantes junto con la calidad de empleo.
¿Qué resultó con el trabajo informal dentro de las preocupaciones?
Nosotros estamos en los barrios populares del Conurbano, es un mundo de trabajo precario, y el tipo de reinserción que se logra mayormente por parte de los hogares es un asalariado no registrado (fundamentalmente en la construcción en el caso de los varones y los trabajos domésticos en las mujeres). También el trabajo de empleos de changarín, preparación de comida, compra y venta callejera son las principales formas de trabajo.
Tenemos las políticas para la incorporación de los miembros de los hogares al trabajo, ya sea a través del potencial trabajo o las políticas de transferencia social como la tarjeta Alimentar, Asignación Universal por Hijo, estos son ingresos sociales que son muy importantes para los hogares en la periferia urbana.
“Hay activación del mercado de trabajo. Pero 1 de cada 4 sigue nombrando la dificultad laboral de reinserción, es una de las problemáticas más importantes junto con la calidad de empleo.
¿Qué es lo que han encontrado para fortalecer?
Las situaciones que hemos encontrado son muy diferentes a las encontradas en junio, hay una reactivación mayor del trabajo y se fueron fortaleciendo las transferencias sociales. En gran parte de los hogares, la asistencia alimentaria básica era a través de comedores y ollas populares, esto está mejorando, pero está hackeado por el aumento de los precios con la inflación.
¿Tienen resultados sobre la demanda de los más jóvenes?
En esta ocasión, particularmente estuvimos preguntando por la reinserción de los más jóvenes, ya sea en el trabajo como el re-enganche educativo. Los jóvenes padecieron más desconexión laboral y con respecto a la reinserción escolar fue muy difícil en la pandemia el tema de la virtualidad para muchos.
¿Hay un capítulo que estuvo destinado a la violencia de género?
Al principio de la pandemia aparecía la preocupación porque las niñas, adolescentes y mujeres habían quedado encerradas con su agresor. Lo que se da a partir de la flexibilización de la situación de aislamiento, es que empieza una mayor comunicación en relación a estos problemas y la intervención del Estado a nivel Nacional y Provincial con políticas mucho más activas, hay una mirada compartida de la severidad de la problemática.
Este último tiempo se realizó el plan acompañar de seis meses con acompañamiento económico, que es muy importante a las víctimas de violencia de género.
¿En qué notaron reducción de demanda en los últimos relevamientos?
La preocupación que ha bajado es la de la alimentación básica, que era el primer tema de necesidad y más urgente, antes no estaba para nada garantizada. Hubo una intervención a las asistencias directas de mercadería por parte del Estado y también una activación muy importante de las organizaciones sociales a través de comedores y ollas.
Una vez que tenemos los resultados del relevamiento, ¿cómo llega al Estado?
Nosotros la hacemos llegar a los medios, nos preocupa hacer llegar esta información a los mismos referentes y las organizaciones que nos han trasmitido las situaciones en los distintos barrios y también a través de la universidad llegan a los funcionarios de distintos niveles de gestión.










