
¿Qué dice la ciencia sobre el apego del bebé?
OpinionEn la columna de Sole Gori en C5N abordamos estudios sobre las conductas de las primeras relaciones del bebé y sus entornos.
¿Qué dice la ciencia sobre el apego del bebé? Ese fue el tema que nos trajo Sole Gori para el análisis en su columna para el programa de C5N.
Hay una importante cantidad de estudios que hablan de estas conexiones, ¿son innatas, se incorporan?
“Hay estudios -por ejemplo en mellizos- que abordan cómo es que empiezan su conexión ya avanzado el embarazo. Cuando hay casos de prematuros, se analiza que para mejorar la salud de alguno de los gemelos esté en contacto con el hermanito en el caso que deba pasar por la incubadora: lo suelen hacer como prácticas en algunos hospitales del Reino Unido, aunque en eso en particular no hay tanta evidencia científica acumulada pero sí que es necesario el contacto para estar mejor”, comentó la científica. “Y eso se ve ya en los animales, de hecho se puede se pueden hacer estudios y se ve como por ejemplo cuando se acicala una gata o a los a los gatitos o una rata mismo o a las ratitas, genera por ejemplo más cambios hormonales por ejemplo en las especies, en las crías y hace que por ejemplo se calmen, le baja el estrés, baja la frecuencia cardíaca y de hecho no hacerlo las altera también, de hecho todos tenemos gatitos que vienen y empiezan a amasar”, agregó.
¿Qué quiere decir cuando amasan?
Es algo que les quedó de cuando tomaban la leche, ese movimiento hace que genere más leche, también que libere hormonas. Esto justamente se lo llama conductas de apego y hay todo una área de neurociencia que estudia la neurociencia afectiva, también el área de la psicología. En aves se ve como hay una impronta o sea cuando ven rápidamente una figura grande más grande que ellos pasar por adelante se apegan y se aproximan a esa a esa figura, porque puede ser la madre o el padre, lo que fuera, y la siguen. En el caso del ave puede hacer eso que puede moverse desde que nace, porque sale del nido. En cambio, en los mamíferos nos pasa que como nacemos menos preparados y necesitamos un tiempo grande (unos dos años para terminar de desarrollar nuestro cerebro) no podemos levantarnos y caminar y llamar a mamá, básicamente llegar a ella. Entonces lo que tenemos que hacer es llorar, que es lo primero que ocurre y es una forma de llamada y eso se ve en todas las especies que tienen cuidado parental, de hecho se ve hasta en una especie que no tiene cuidado parental y es muy raro: un renacuajo argentino hacen llantos de angustia parece pero eso lo vamos a tener que evaluar en otro lado.
Lo interesante del abrazo es que baja la frecuencia cardíaca, relaja también a los padres. Se ve que el abrazo del cuidador o cuidadora es un abrazo que tranquiliza mucho más, que baja las hormonas del estrés, que regula más la frecuencia cardíaca de los bebés que el de extraño.