“Abandoné la carrera cinco años, pero acá estoy, con el título, cumpliendo el sueño de mi vida”
Noticias26 de agosto 2021Emanuel Ramadori recibió el diploma de Lic. en Matemáticas con el mejor promedio de la UNS. Abandonó la carrera y la retomó cinco años después. Ahora tiene una beca doctoral del Conicet.
Fue padre a los 20 años y tuvo que dejar la universidad para trabajar y criar a su hija, pero su pasión por la matemática pudo más: volvió y se recibió con el mejor promedio en la última entrega de diplomas. Ramadori tiene 29 años y se recibió con el mejor promedio de 180 egresados, con 9.75 de puntaje general, y cuando se subió al escenario de la UNS sus palabras emocionaron al auditorio. “A pesar de todos los obstáculos que vivimos durante la carrera, con horas de estudio por sobre otras cosas, no nos dimos por vencidos, seguimos adelante, aportando cada día un granito de arena, para hoy por fin obtener nuestro título”, dijo.
“Quiero aprovechar también para recalcar lo afortunados que somos de haber podido acceder a una Educación Universitaria pública y gratuita, ya que, de otra forma, tal vez muchos de nosotros no podríamos haber estudiado, y ejercer en un futuro próximo la profesión que escogimos entre tantas. Es ahora nuestro turno de devolver a la sociedad, de manera ética y responsable, este privilegio que nos ha sido otorgado”, agregó en otro fragmento de sus palabras.
Ahora realiza tesis sobre análisis armónico y teoría de operadores con una beca doctoral en el CONICET, “porque me quiero dedicar a la investigación”.
Emanuel contó detalles de sus obstáculos, entre ellos abandonar la carrera y retomarla cinco años después. “De chico me gustaban las matemáticas, para no aburrirme hacía cuentas… Siempre disfruté de eso y quería dedicarme de lleno. Pero fui padre a los 20 años y tuve que dejar, trabajar y con mi mujer criar a nuestra hija». Casado con Daiana Albornoz, son papás de la pequeña Luana. «Ellas fueron las que me alentaron para que retome los estudios. Antes de hacerlo, trabajaba 9 horas en un lugar que no me gustaba. Y sentí que no quería trabajar de algo que no me apasionara. Luego dejé y cambié, tenía trabajo media jornada en una pollería, lo que me permitió estudiar. Empecé la carrera y cinco años después, acá estoy, con el título, feliz, cumpliendo el sueño de mi vida”.
“Tenía la necesidad de tener el título para empezar a trabajar de lo que me gusta”, continuó, mientras cuenta que es ayudante de cátedra en la UNS, lo cual le permite acercar la disciplina a otros jóvenes.
“A la matemática hay que tenerle paciencia, requiere que te sientes y pienses y allí reside su belleza. En la Universidad descubrís otra matemática, no la de las fórmulas del secundario”, contó. Ahora realiza tesis sobre análisis armónico y teoría de operadores con una beca doctoral en el CONICET, “porque me quiero dedicar a la investigación”.
“Un mensaje a los alumnos: que todo aquello que desean lo van a poder lograr, solo hay que tener paciencia, vale la pena, porque todos los años que vienen luego van a compensar los años de estudio”, finalizó.