EL ADOBE, VARIANTE A FALTA DE CASAS SISMORRESISTENTES
Noticias10 de febrero 2021El Centro de Investigaciones para la Racionalización de la Construcción Tradicional de la Universidad de San Juan asesora estas variantes ante la imposibilidad de acceder a viviendas preparadas ante sismos.
El martes 18 de enero, se produjo en la provincia de San Juan un sismo de magnitud de 6.4 grados en la escala de Richter, a 57 kilómetros de la ciudad capital, con epicentro en el departamento Sarmiento y a una profundidad de 8 km. Como lo indicaron en ese momento fuentes oficiales, desde 1944 se trabaja en un código edilicio (construcciones sismorresistentes) que permitió que los daños materiales sean mínimos teniendo en cuenta la magnitud del evento y no se tuviera que lamentar víctimas fatales.
Sin embargo y como lo manifiesta Selva Martínez, directora del Centro de Investigaciones para la Racionalización de la Construcción Tradicional (CIRCOT), todavía existe en San Juan otra realidad, las construcciones con adobe. Quienes no pueden acceder a una vivienda sismorresistente “lo hacen con lo que conocen, lo que es la arquitectura vernácula o tradicional (el adobe), una práctica que se transmitió de generación en generación y que al mismo tiempo es un material económico, que lo tienen en la naturaleza. No es lo aconsejable o ideal, pero no podemos ignorar que hay una gran cantidad de viviendas de adobe y no solamente la vivienda rural de adobe, sino además los asentamientos construidos en tierra”.
“La casa de adobe no es lo aconsejable o ideal, pero no podemos ignorar que hay una gran cantidad de viviendas de adobe y no solamente la vivienda rural de adobe, sino además los asentamientos construidos en tierra”
Ante esta situación y la emergencia de quienes perdieron sus hogares por el fuerte sismo, desde el CIRCOT se está brindando asesoramiento para reforzar y brindar seguridad a la construcción con adobe. Se trata de la utilización de mallas metálicas que se colocan en las esquinas, interna y externamente y que se encuentran conectadas entre sí. “Esto permitiría que la construcción resista unos minutos más y puede ser evacuada”, expresó Martínez. Y aclaró que se tratan de normas para brindar mayor seguridad a la vivienda ante la catástrofe, pero siempre “a la espera de la vivienda sismorresistente”.
En una nota que publicó la revista “La U” de la casa de estudios cuyana en este trabajo se propuso reforzar la estructura de viviendas de adobe, existentes en las áreas rurales, específicamente en Jáchal, y se tuvo en cuenta la realidad socioeconómica de los usuarios y la sismicidad de la zona en la que están emplazadas, cuyo riesgo es 3 “Elevado”. En este punto es importante hacer hincapié en que la construcción no se puede corregir, sólo reforzarla con mallas metálicas revocadas y mortero cementicio, ya que se trata de viviendas existentes, ya construidas y habitadas. La solución a dar es reforzarlas para mejorarles la calidad de vida a estos ciudadanos para evitar una caída abrupta en caso de movimiento telúrico y mejorarles las vías de escape dentro de sus viviendas. Por lo tanto, se pretende capacitar en las técnicas constructivas de refuerzo en viviendas de adobe, a quienes viven en esas casas, ya que esto les permitirá no solo realizarlas con sus propias manos sino también hacer de esta capacitación, un oficio.
Este protocolo está basado en ensayos experimentales de prototipos a escala, tanto en el CeReDeTeC, como en la mesa vibratoria del Instituto de Antisísmica “Aldo Bruschi”, de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ. Además, se apoya en estudios previos avalados por CERESIS (Centro Regional de Sismología para América del Sur). Los miembros de esta entidad son los Estados de la región de América del Sur que han suscrito al Convenio Multinacional para la Prosecución de las Actividades del Ceresis, denominándose Estados Miembros Natos, entre los que se encuentran: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.