El impacto de la inflación en la vida cotidiana
Noticias22 de agosto 2022Un trabajo de la Escuela IDAES UNSAM indaga sobre las medidas económicas y su impacto en las familias. Qué sensaciones generan estos cambios. El rol de la investigación universitaria para entender las dinámicas sociales y sus comportamientos.
¿Qué sabemos sobre lo público y lo privado? ¿Cuáles creemos que son las funciones del Estado? ¿Cómo nos afectan los cambios en las políticas económicas? ¿Cómo nos sentimos cuando vemos a las fuerzas de seguridad? O ¿de qué modos consumimos noticias o productos culturales? Ciencias sociales en tiempo real ofrece una serie de instantáneas de la sociedad argentina contemporánea: encuestas breves sobre temas específicos que disparan ejercicios reflexivos sobre nuestra cotidianidad. Ciencias sociales en tiempo real es una iniciativa desarrollada por la Escuela IDAES | UNSAM en articulación con Programa PASCAL de Lectura Mundi.
En ese sentido, el último documento se refirió a una encuesta de 800 casos en el AMBA realizada durante julio de 2022. El cuestionario indagó sobre las medidas de ajuste doméstico ante la suba de precios, el impacto de la inflación en la vida cotidiana y las relaciones familiares, y las perspectivas económicas a futuro, entre otros temas.
Entre los principales hallazgos, se destacan:
- 83% de las personas encuestadas aseguran que tuvieron que tomar medidas de ajuste frente a la inflación.
- 82,6% de las personas encuestadas afirmaron que hablan mucho con su familia sobre los aumentos de precios.
- 69% de las personas encuestadas creen que van a bajar de clase social en los próximos meses.
- 65% de las personas encuestadas expresaron estar de acuerdo con la afirmación de que “no hay tema más importante que la inflación”
Desde la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales valoraron: “Hacemos este aporte a partir de nuestra vocación de construir intervenciones públicas sobre la base de mediciones innovadoras, sobre temáticas poco exploradas o de gran relevancia social. El ajuste en las economías familiares, la desorganización de la vida diaria y el temor al desclasamiento gobiernan de manera transversal la experiencia y el humor social frente a la inflación. En términos de demanda política se traduce en dos tendencias: un consenso social anti-inflacionario de corte fiscalista, instalado entre votantes opositores al gobierno del FDT, avanza sobre su propio electorado. Al mismo tiempo, el núcleo más leal de los votantes del oficialismo adhieren a un consenso social anti-inflacionario de corte distribucionista”.
Afinando la lupa
- Transversalidad de la experiencia inflacionaria
La inflación se refuerza como proceso que impacta en los bolsillos, en el orden cotidiano, en el tiempo dedicado a los vínculos y en las relaciones afectivas. La inestabilidad y el desajuste constante de la relación ingresos-gastos generan desorden: el 78,6% siente que es muy difícil organizarse con los gastos diarios y el 70,7% admite tener que dedicar más tiempo que antes a la búsqueda de precios. La omnipresencialidad del fenómeno inflacionario hace que también sea un tópico que altera lo doméstico: el 82,6% siente que se habla mucho en familia sobre los aumentos de precios, 7 de cada 10 personas reconocen que la falta de dinero genera fricciones. La preocupación por el futuro de los precios alcanzaba al 83,8% de los argentinos.
- Adaptación forzada
El proceso inflacionario hizo que 83% de la población haya tenido que tomar alguna medida de ajuste doméstico que refleja un empeoramiento de sus condiciones de vida. Un 48% de las personas encuestadas aseguró que tuve que dejar de pagar cuentas, facturas o boletas, mientras que un 46% afirmó que tuvo que pedir dinero prestado.
- Desclasamiento e incertidumbre respecto al futuro
La perspectiva de futuro es poco alentadora: la mayoría tiene incertidumbre sobre lo que va a pasar, pero certeza de su desclasamiento. Un 62% de las personas encuestadas respondió afirmativamente a la proposición “no puedo pensar en el futuro”, y un 69% aseguró creer que va a bajar de clase en los próximos meses.
- Una crisis con más perdedores que ganadores
En un contexto de inflación creciente todos pierden. El tema es quién pierde más. Primero pierden los que ven afectado su poder adquisitivo. Trabajadores 62% “No puedo pensar en el futuro” 69% “Voy a bajar de clase social en los próximos meses” 83% Tuvo que tomar medidas frente a la inflación “Tuve que reducir mis consumos” “Tuve que pedir dinero prestado” “Tuve que comprar segundas marcas o marcas más económicas” “Tuve que dejar de pagar cuentas, facturas o boletas” 48% 47% 46% 42% CIENCIAS SOCIALES EN TIEMPO REAL 6 y jubilados ven cómo el ritmo del aumento de los precios es mayor y más veloz que los aumentos de los ingresos. Le siguen los más vulnerables: desempleados y jóvenes. Los ganadores, en cambio, se concentran para las personas encuestadas en 2 actores: las empresas extranjeras y la oposición.
- La inflación en primer plano
La experiencia inflacionaria es transversal, ¿el consenso y las demandas para combatirla también lo son? Más allá de las adhesiones políticas, la inflación se impone como prioridad para la gestión del gobierno (dejando atrás problemas como la inseguridad, agenda que suele ser prioritaria).
- Los matices del consenso anti-inflacionario
Pese a las coincidencias, se distinguen dos modelos de consenso antiinflacionario:
- Consenso social anti-inflacionario fiscalista: Combinación de altas expectativas negativas sobre el futuro, priorización de la lucha contra la inflación frente a otras agendas del gobierno y definición de las causas de la inflación asociadas a gastos del Estado y la emisión.
- Consenso social anti-inflacionario distribucionista: Presenta un menor pesimismo sobre el futuro del país -en comparación con el modelo fiscalista-, prioriza la lucha contra la inflación emparejada con la mejora de los salarios y el empleo, reconoce otras causas para el aumento de precios, como la voracidad empresarial.