El Papa Francisco y su Reunión con Rectores en 2023

Agustina Rodríguez Saá, rectora de la Universidad Nacional de los Comechingones, reflexiona sobre el mensaje del Papa Francisco a las universidades latinoamericanas y caribeñas, en el marco de la reunión celebrada en el Vaticano en septiembre de 2023, tras su reciente fallecimiento.

Está del otro lado Agustina Rodríguez, rectora de la Universidad Nacional de los Comechingones. Gracias, Agustina, por estar. No solamente es rectora de la universidad, sino que no quiero dejar de mencionar que, además, es presidenta de la Red Universitaria RUC, una asociación inspirada en el Papa.
Así que, sobre todo esto, vamos a estar hablando: del vínculo del Papa con la educación pública en general, ¿no? ¿Cómo lo vivías vos? ¿Cómo estás?

La verdad es que, por un lado, estamos todos muy conmovidos por la pérdida del Papa Francisco, ¿no? Un líder y un guía tan fundamental en estas épocas tan turbulentas.
Así que, bueno, seguramente para nosotros, después de estos días de duelo y congoja, nos queda el enorme desafío de cumplir con ese compromiso que asumimos con él el 21 de septiembre de 2023, cuando nos recibió en esa audiencia que recién mostrabas, donde éramos más de 230 rectores y rectoras de universidades de toda América Latina y el Caribe, que hoy conformamos esta red de universidades que me toca presidir.
En esa audiencia, él nos dedicó más de dos horas —nunca le había dedicado tanto tiempo a una audiencia— y para nosotros fue, además de un privilegio, un compromiso. Como te digo, porque fue un mensaje profundo, donde él nos invitó y nos convocó a formar a nuestros jóvenes con aptitudes de liderazgo para afrontar este cambio de época.

Recuerdo muchos textuales, muchas declaraciones del Papa, insistiendo en esta idea de que sin educación no hay futuro, sin educación no se sobrevive, ¿no? Como que intentaba dejar eso en claro en varias oportunidades.

Absolutamente. Él nos ha convocado al sector educativo en sentido amplio, ¿no? La propia encíclica le dedica un capítulo y, en distintos encuentros, él promovía esta idea, porque decía que la educación es el alimento del alma, del espíritu, de la mente, ¿no?
Y, bueno, desde la educación podemos trabajar tanto con nuestros estudiantes, con los jóvenes que integran nuestras universidades, como con nuestros docentes e investigadores, ¿no? Para repensar estos desafíos, este cambio de paradigma, esta crisis global que él denunciaba.
Así que sí, él ha tenido siempre a la educación como una de sus banderas principales, como una herramienta, ¿no?, para esta transformación tan profunda y necesaria.