Jornadas sobre innovación tecnológica, metaverso, videojuegos y sinergias del siglo XXI
Noticias21 de febrero 2022Entre el martes y el jueves de la semana pasada se presentaron, en Mendoza, expertos en innovación, transformación digital, inteligencia artificial, machine learning y videojuegos en un bootcamp organizado por la UBA y Universidad Champagnat. Las startups gamers representan la nueva manera de invertir, estudiar y trabajar.
(Fuente: Ámbito)
Con una mano en el corazón, en el mundo habitual ¿qué chances reales existen de que un centennial cordobés, nativo digital, alumno brillante en el arte de hacer inteligentes a los sistemas informáticos, se ponga de acuerdo con un juez de Corte, cuyo andamiaje rebalsa de pesadas estructuras y formalidades que encuentran sus raíces en el latín?
Y, sin embargo, el chico, junto con sus dos compañeros de la Universidad de Córdoba está ahí, parado al lado de la pantalla del proyector, explicando con total naturalidad (e inconfundible acento) que los dinosaurios se están complicando la vida al intentar clasificar fojas de expedientes a ojo y a mano.
“Para la máquina, no es importante qué dice el PDF, o con qué birome hicieron las cruces en el formulario escaneado; son nada más que pixeles que se traducen en ceros y unos -argumentan- y nosotros entrenamos al sistema para distinguir en un minuto, y con 97 por ciento de acierto, dónde está hecha la marca que necesitamos detectar a tiempo, por la gravedad del problema que nos dieron para resolver”.
Y entonces Mario Adaro (52), ministro del máximo tribunal mendocino, investigador e impulsor de la transformación digital de la Justicia, sentado delante de esa presentación, sonríe y cruza una mirada cómplice con la ingeniera informática Laura Díaz Dávila, profesora y orgullosa referente de sus alumnos.
Sentado a la izquierda de la pantalla, mate en mano, el otro que no puede más de esperanza es Juan Corvalán (43) director del Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Facultad de Derecho de la UBA (UBA IALAB).
A las 10 de la mañana del miércoles 16 de febrero Corvalán explica que, gracias a ese descubrimiento, la UBA pudo diseñar todo el sistema informático preparado para afrontar el dramático crecimiento de los casos de violencia de género en Perú.
“Ojalá hubiéramos descubierto antes esta tecnología -analiza- con la certeza que Laura nos da, de que es transparente y respeta los estándares de Derechos Humanos. Porque desde Prometea -N de R: el primer sistema judicial con inteligencia artificial de habla hispana, creado en 2017- siempre usamos técnicas de procesamiento del lenguaje natural o reconocimiento de caracteres, pero eso no nos servía para este caso”.
El UBA IALAB es, actualmente, el núcleo del ecosistema de innovación tecnológica con impacto social más grande de habla hispana. Y el desafío para el que convocaron a la cátedra de Dávila surgió por la necesidad de descubrir datos fundamentales de violencia en general, tanto como indicadores ligados con situaciones sociales de vulnerabilidad, entre cientos de páginas.
La forma en que, desde la cátedra de IA de Dávila, trabajan reconociendo imágenes en documentos, cambia sustancialmente la eficiencia en ese proceso digital. Por eso se utiliza actualmente en la prueba de concepto de la transformación digital del sistema judicial peruano. En el país andino, en menos de cinco años, los casos de violencia de género (muchos de los cuales culminan fatalmente) crecieron más de 1100%.
Para crear Tucuy Ricuy, con el que se dotó de automatización de punta a punta el proceso judicial peruano, Corvalán y su equipo ratificaron que, cuando se trata de aplicar tecnologías disruptivas para resolver problemas acuciantes, hace falta sangre joven.
Y el seminario multidisciplinario Impulsando el ecosistema de innovación resultó escenario propicio para que entendimientos transgeneracionales inimaginables tuvieran lugar.
Gaming, metaverso y el paradigma de la automatización
Del martes 15 al jueves 17 de febrero, en Potrerillos, la UBA y la Universidad Champagnat de Mendoza plantearon un bootcamp en el que programadores de videojuegos dialogaron con expertos en Big Data y juristas devenidos tecnólogos; amantes de las ciencias blandas se esforzaron por comprender algoritmos, al tiempo que consultores en metaversos urbanos subrayaron la necesidad de alimentar la creatividad de quienes toman decisiones políticas a nivel regional.
¿Quién aprende de quién? ¿Cómo resolver la brecha generacional que se abre a la velocidad de la luz cuando las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se suceden en olas de evolución que no dan tiempo a parpadear? ¿De qué manera se adapta, o se rediseña, el sector público latinoamericano para estar a la altura de los desafíos de este siglo? ¿Cuál es el trabajo del siglo veintiuno?
Esas fueron algunas de las cuestiones que se abordaron en intensas jornadas de trabajo que culminaron con el conversatorio sobre metaverso y web 3 en el que Corvalán y Adaro intercambiaron ideas con Federico Ast, experto en Blockchain argentino de trascendencia internacional.
Prepararse con skills para trabajar jugando
Ahora bien. A las preguntas consignadas arriba, algunas de las respuestas resultaron iluminadoras acerca de las posibilidades que posee Argentina, cuando de recursos humanos se trata.
El caso Scubalight
Scubalight es el estudio de desarrollo de videojuegos cuyo CEO, Leandro Agostino, es referente del movimiento gamer en la región de Cuyo. Los entornos inmersivos, de acuerdo con su visión, “devolverán a los usuarios la posibilidad de concentrarse en la interacción placentera con un solo contenido”.
De hecho, Agostino impulsa la gamificación de interacciones humano – máquina que hoy se producen en pantallas planas de dispositivos en los que las apps compiten por la atención del usuario, generando sobreabundancia de información y un bombardeo de estímulos que hacen que la experiencia digital haya dejado de ser placentera.
Por eso, la startup mendocina es, al mismo tiempo, un estudio de producción de contenidos audiovisuales y una incubadora de juegos. “Si podemos hacer divertido un entorno de información que hoy no llama la atención del usuario, ya sea para un banco o para un supermercado, para nosotros es lo mejor” explicó Agostino el martes bien temprano, en la apertura de las jornadas.
Sura ¿el próximo unicornio argentino?
El ejemplo paradigmático de una empresa que nace inteligente por diseño y escala al ritmo del aprendizaje de máquina es Sura Gaming, una startup de videojuegos basados en Blockchain, fundada en plena pandemia. Su exposición del miércoles 16 fue un hallazgo.
Para comprender cómo se redefinen el trabajo y la educación en este siglo, hay que analizar el caso en detalle.
La última generación de videojuegos es conocida como play to earn, o sea, jugar para ganar. Pero no simplemente ganar por ganar, como lo hacíamos hasta ahora; se trata de ganar en criptomonedas que luego se convierten en moneda de curso legal. Eso es lo que pasa, por ejemplo, al competir en Axie Infinity un juego de origen filipino que tiene 3 millones de players alrededor del mundo cuya mayoría, en la región, se distribuye entre Argentina y Venezuela.
Dado el contexto socioeconómico de ambas naciones, este último dato se explica solo: los jóvenes de entre 18 y 25 años están encontrando, hoy día, en los juegos play to earn la posibilidad de generar ingresos que el mercado de trabajo tradicional no les ofrece.
Eso fue lo que entendieron los responsables de Sura al fundar la empresa. “Jugando entre dos y tres horas por día, un jugador puede ganar doscientos dólares por mes -explican en charla con Ámbito- pero descubrimos que muchos chicos necesitaban el impulso inicial que el juego llama scholarship o ‘beca’ y que permite comprar con criptomonedas los primeros 3 personajes con los que estás en condiciones de competir”.
En pocos meses Sura se volvió parte de Axie Latam Guilds, la comunidad de empresas que hacen posible que los jugadores puedan empezar su carrera. Pero el paradigma emprendedor de este siglo plantea que las compañías superen la mera búsqueda de rentabilidad, e incorporen a su propósito un impacto social significativo.
“Lo que nosotros le dimos a Sura fue un marco conceptual de formación académica con sentido formativo, más allá de Axie -explica Corvalán en su exposición del miércoles al mediodía con el lago Potrerillos de fondo- incorporando a la ecuación la posibilidad de una capacitación continua y gratuita en el campus que diseñamos con Puzzle para el Laboratorio”.
Puzzle es una startup argentina de desarrollo de software enfocada en la educación virtual. Su fundadora, María José Martello, relata que “Sura quería armar un sistema completamente automatizado que pudiera reclutar, seleccionar, capacitar y poner a jugar una enorme cantidad de gente en muy poco tiempo (…) entonces creímos que era oportuno pedirle ayuda al UBA IALAB para que colaboraran, también, en el diseño de un circuito con IA”.
“En ese momento vimos cómo una empresa podía nacer con todas las credenciales de este siglo -agrega Corvalán- y es lo que llamamos ‘inteligente por diseño’. Para nosotros es un caso de estudio y de éxito porque, en general, nos dedicamos a transformar digitalmente organizaciones públicas, viejas, excesivamente burocráticas. Al intervenir en Sura, en cambio, pudimos poner en juego todo lo que aprendimos en estos años en materia de IA, pero sin hacer parches”.
Hoy día Sura cuenta con mil jugadores becados dentro de sus equipos, pero gracias a la escalabilidad de su sistema de reclutamiento y entrenamiento, posee 10 mil personas en lista de espera, ya capacitadas para jugar. De ese conjunto surgirán, este año, otros 2 mil jugadores becados “no solo para Axie” advierten.
La compañía, que se prepara para afrontar su primera ronda de inversiones, utiliza una serie de tableros de visualización que les permite a los supervisores, a las personas de soporte y al management, a través de herramientas de Business Intelligence (BI) monitorear en tiempo real qué es lo que pasa en su empresa, incluyendo la performance de cada jugador.
“Lo notable -señala Corvalán- es que nosotros, en el Laboratorio, investigamos cuáles son las condiciones necesarias para que surjan los unicornios en América Latina. Trabajando en innovación tecnológica y haciendo foco en IA, el mapa nos dio que las variables indispensables son la inversión en tecnologías disruptivas, la inteligencia en procesos de toma de decisiones basadas en datos, y la capacitación permanente de sus recursos humanos, entre otros factores. Ahora bien, Sura no sólo cuenta con esas características, sino que, además, como nació inteligente y digital, su sistema es escalable sin techo, y tiene una ventaja fundamental sobre el resto de las empresas que analizamos: nunca fue deficitaria”.
Al observar la exposición del equipo Sura – Puzzle, el criterio de innovación continua del proyecto salta a la vista. Incluso hay factores que verdaderamente son difíciles de creer, como que desde que lanzaron una campaña publicitaria con microtargeting en Facebook hasta que constituyeron su base actual de jugadores, el proceso es administrado con IA y diversos tipos de automatización, por completo.
Son algoritmos y más algoritmos testeando postulantes, realizando entrevistas cuyas respuestas son orales, y en las que quien pretende acceder a una beca Sura y a su campus de entrenamiento debe filmarse contestando, para que otro sistema inteligente haga una evaluación de la comunicación verbal y gestual de quien responde.
Cada clic es un acceso al siguiente nivel, cada acción digital es trackeada, contabilizada, analizada con estadística en tiempo real. Cuesta creer que Sura haya nacido en Argentina.
Durante las dos jornadas de capacitación intensiva, Elsa Estévez (60) investigadora de CONICET y titular de la cátedra UNESCO en Sociedades del Conocimiento y Gobernanza Digital en la Universidad Nacional del Sur aportó perspectivas de desarrollo regional y su mirada experta en la transformación de organizaciones de esta parte del mundo.
Desde su sólida trayectoria, señaló “lo importante de sensibilizar a quienes toman decisiones, tanto en el sector público como en el ámbito privado, en relación con la incorporación de tecnologías disruptivas (…) pero, sobre todo, el cambio de mentalidad en ellos, a quienes hay que sensibilizar sobre lo importante del cambio de mentalidad para moverse en escenarios dinámicos como el que nos toca vivir”.
Por su parte, tanto Pablo Mlynkiewicz, responsable de la estrategia de datos de Naranja X, como Lucía Bellocchio, CEO de Trend Smart Cities experta en innovación y ciudades, pusieron de relieve la forma en que los datos están siendo utilizados para tomar decisiones basadas en evidencia.
Hay allí un balance, en permanente ajuste, entre dejar las decisiones en manos de sistemas informáticos “y correr el riesgo de perder la escala humana de la innovación tecnológica” en palabras de Bellocchio, y seguir debatiendo decisiones “partiendo de argumentos que empiezan con ‘yo creo’ o ‘a mí me parece’ que nos hacen volver al siglo diecinueve, usando la intuición” como lo explica Mlynkiewicz.
Por su parte, en charla con Ámbito y como anfitrión del evento, Mario Adaro reflexiona “yo entiendo que, mirado desde cierta perspectiva, pensar el gaming y el metaverso cuando en Argentina hay problemas hondos y de vieja data, puede sonar hasta ridículo; pero siempre existe ese riesgo cuando uno hace el esfuerzo de pensar fuera de la caja. Lo que está claro es que no vamos a encontrar soluciones nuevas aplicando recetas viejas. Entonces, justamente al generar estos encuentros tan multidisciplinarios, y donde se juntan profesionales de tan alto nivel y edades tan distintas, pero todos apasionados buscando resolver problemas con creatividad y pensamiento lateral… eso es un aporte que hacemos a un Estado que, en el nivel superior, todavía no toma en sus manos esta agenda”.
Consultado sobre el mismo tópico, Corvalán coincide en la búsqueda de ese balance y coloca la historia de las tecnologías dentro de ciclos y sucesos cuyo matiz antropológico vale la pena considerar.
“Quizá es tiempo de dejar de dar respuestas binarias a los problemas que intentamos comprender -apunta- porque creo que las tecnologías actuales permiten expresar libremente la voluntad de las personas, pero resulta que el entramado institucional que sostiene y regula a las comunidades tiene razones que responden a cómo el Homo Sapiens se abre camino en la Historia, no importa qué tecnologías tenga en sus manos. Siempre hay lados luminosos y oscuros de cada nueva herramienta que creamos”.
Queda claro, después del extenuante recorrido en tierras del buen vino, que la fórmula que combina formación tecnológica con enfoque en inclusión laboral, ciencia, impulso de la inversión privada y compromiso del sector público, es la clave para salir adelante.
Algunos hemos sido testigos de esta experiencia de aceleración, a la que habitualmente nos asomamos mirando por la ventana lo que hacen los países desarrollados, esos que suelen llevarnos la delantera en casi todo.
Sin embargo, habiendo recobrado su hondo silencio, flota sobre el Lago Potrerillos la sensación de que, en estos días ha estado zigzagueando entre nosotros, de este lado de la Cordillera, la punta del ovillo.