
La historia de la “doble licenciada” UNSAM
EntrevistasConocimos a Antonella Buongarzoni, la “doble licenciada” de UNSAM, quien acaba de egresar en ciencia y en arte: en las Escuela de Arte y Patrimonio y de la Escuela de Nano y Biotecnología.
No fue sólo un título, fueron dos! ¿Qué se siente?
En primer lugar muchas gracias por invitarme. Para mí es un orgullo y un honor estar acá representando en primer lugar a la Universidad Nacional de General San Martín, que además quiero destacar que es una universidad que está en mi barrio y que para mí es muy importante. Más allá de que soy la primera generación de egresados de mi familia, me parece interesantísimo y clave destacar el rol de la universidad de los barrios. Creo que de otra forma yo tal vez no podía haber accedido a la universidad, por ahí no estaba en mi terreno.
¿Cómo fue elegir a UNSAM?
Principalmente, cuando yo salí del colegio había empezado a buscar carreras y en el último año tuve una materia que me interesó mucho: la biotecnología, porque tuve unos profesores muy buenos en el secundario también que me incentivaron con la parte de química y la materia de Biotecnología -en ese momento- a mí me había parecido muy interesante. En ese último año hubo universidades privadas que se acercaban por ahí como a reclutar estudiantes pero siempre -tanto yo como mi familia- supimos que no era un camino viable y siempre apostando en la universidad pública y gratuita. Así fue que en la Universidad de San Martín encontré la carrera de Biotecnología y ahí fue que decidí inscribirme.
¿Fue complejo?
La ciencia a mí me costó siempre un montón, o sea también quiero destacar que estuve 10 años para hacer la carrera de Biotecnología, no es que fueron carreras fáciles, ninguna de las dos, y siempre el conocimiento científico es cuesta arriba. Todo lo que es ciencias exactas, ciencias duras, es difícil y hay que destacar la perseverancia. Además, tener a gente que también te inculque esos valores de perseverancia (y que no todo el mundo tampoco tiene y por eso digo que soy muy privilegiada en haber tenido gente alrededor que siempre me motivó) y me incentivó a perseverar.
¿Y luego elegiste una carrera de arte?
En particular, yo hice la carrera Biotecnología y cuando estaba terminándolas, o sea a mí me gusta mucho todo lo que es la ciencia y todo eso, pero cuando la estaba terminando fue que me enteré que se había abierto la inscripción para la licenciatura en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural de la misma Universidad y ahí fue una locura porque dije “Bueno, esta carrera es donde puedo combinar mis dos pasiones”, que son el arte y la ciencia.
¿Qué mensaje querés dejar?
Motivar a todos aquellos estudiantes que están buscando ahí su vocación que muchas veces es difícil encontrar. No hay que tirar la toalla y dar ese mensaje de aliento. Mi historia es una muestra nada más de lo que se puede hacer si tenés obviamente la voluntad, la perseverancia, pero también las oportunidades. Y la oportunidad en este caso, para mí viene de eso, de las universidades públicas que tenemos a lo largo del territorio.