“LA TECNOLOGÍA NO SUPLE TODO, PERO PODRÁ AYUDAR A CIERTOS PROCESOS EN EL AULA”

La inteligencia artificial llega a las aulas, ¿cómo gestionamos esta nueva realidad? Un diálogo con Roberto Abdala, director de la Licenciatura en Educación en Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes.

¿Hay muchos desafíos en torno al tema, no?

La Agencia de Noticias de la Universidad había trabajado una noticia en España donde un docente que no sabía ya cómo evaluar o quería dejar de evaluar, porque los estudiantes hacían trabajos a través de la inteligencia artificial y la verdad que nosotros que por ahí trabajamos en este campo hace bastante. Lo que pensamos siempre es qué es lo que tiene que aportar justamente la didáctica, decir qué hacemos los docentes para evitar que una inteligencia artificial pueda suplir o pueda responder aquello que uno pregunta. Yo creo que hay un desafío, digo hay que mirar todo lo que tiene para aportar la inteligencia artificial pero por otra parte también nos tenemos que hacer planteos profundos de cómo enseñamos y qué queremos que aprenda el sujeto que aprenda, en todos los niveles educativos para ayudarlo a pensar y no a repetir cosas que obviamente son procesos mucho más fáciles de reemplazar: antes era el Rincón del Vago como página que muchos habrán usado, Wikipedia en cierto sentido y ahora será Chat GPT o cualquier otra inteligencia.

¿Cómo se maneja la inserción de la tecnología entonces?

El tema con la tecnología siempre tiene como algo que varios autores han explorado, que es una sobreventa de dispositivos y después un uso muy limitado de esos dispositivos o tecnologías. La verdad que no hay que temer, la pandemia mostró todo lo que fue el aprendizaje en contextos de aislamiento, que la tecnología sola no suplía para nada todo lo que implica la acción de enseñar y el aprender. Por lo cual la inteligencia artificial va a poder ayudar en muchos procesos, quizá a adaptar algunos contextos, a facilitar algunas labores muy repetitivas, incluso de los docentes, pero va a haber que descubrirla en el día a día de las aulas, tanto en la educación superior como en los niveles obligatorios.

¿Las tecnologías simplifican procesos?

Es cierto que cada vez se simplifican más los procesos de uso de esas tecnologías, entonces como que intuitivamente permiten realizar investigaciones o recabar material, yo creo que igual estamos en un momento como sociedad, como país digo, donde también estamos discutiendo la alfabetización tradicional en los niveles educativos. Entonces en ese desfasaje uno se pregunta, si bien es un tema que preocupa en ciertos sectores o en ciertos niveles educativos: tenemos un gran desafío porque hay muchísimos chicos y chicas en edad de nivel primario o secundario que hoy no están entendiendo lo que leen o les cuesta muchísimo escribir. Por lo cual son como discusiones que se van dando en paralelo y es cierto que la inteligencia artificial tiene sencillo siempre, y eso desde que la internet y el tener mucha información a disposición apareció en el trasfondo educativo. Hay una tendencia a ver al docente quizá como un curador de contenidos que se pueden investigar o que están mucho más fácil al alcance que en otras épocas, pero que indefectiblemente puede ser erróneo, puede ser estar mal estructurado, puede haber un montón de errores.

¿Qué habría que revisar?

Realmente si no logramos generar esto, de lograr que hace un pensamiento que no sea “te digo esto, vos me decís de vuelta eso y ahí estamos y aprobaste”, porque una cosa es aprobar y otra aprender. Lamentablemente, como estudiantes, todos nos preocupamos por aprobar pero lo importante será ver cuánto podemos sacar en ese camino, recuperar creo el que nos importen los medios y no solo los fines. Si yo quiero el título lo puedo conseguir con Chat GPT o cualquier otra cosa, si yo realmente quiero hacer un proceso y ser un profesional realmente preparado tendremos que empezar todos a trabajar juntos para que los medios sean mucho más enriquecedores y que no sea la meta mero papel o certificado final.