Crean el mayor mapa infrarrojo del cielo, que releva los secretos más ocultos de la Vía Láctea
NoticiasUn equipo internacional del que participan el OAC, Famaf, el Instituto de Astronomía Teórica y Experimental de la UNC y Conicet completó el mayor mapa infrarrojo de nuestra galaxia después de más de 13 años de observaciones. Son más de 1.500 millones de objetos.
Uno de los mayores desafíos de la ciencia ha sido desentrañar los secretos de las zonas más internas de la Vía Láctea, debido a la densa acumulación de estrellas y el polvo interestelar, que bloquean las observaciones en el espectro óptico.
Sin embargo, gracias a los proyectos del Variables VISTA en la Vía Láctea (VVV) y su extensión, el VVV eXtendido (VVVX), ambos desarrollados por el Observatorio Europeo Austral (ESO), ahora se pueden observar con mayor detalle estas regiones ocultas de nuestra galaxia.
Utilizando el telescopio Vista, especializado en observaciones en el infrarrojo cercano, estos proyectos han permitido trazar un mapa preciso de las estructuras estelares que forman el corazón de la Vía Láctea, revelando fenómenos estelares antes inalcanzables.
El mapa infrarrojo más grande
«La Vía Láctea no es más que una masa de innumerables estrellas», dijo Galileo Galilei cuando observó nuestra galaxia por primera vez con su telescopio en 1610.
Cuatro siglos más tarde, el proyecto VVV y su extensión VVVX han completado el mayor mapa infrarrojo de la Vía Láctea, tras 13 años de observaciones.
Este monumental esfuerzo fue llevado a cabo por un equipo de 146 científicos y científicas de 15 países, liderado por Roberto K. Saito, de la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil), y Maren Hempel, de la Universidad Andrés Bello (Chile). El artículo que detalla estos logros fue publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.
Los megaproyectos VVV y VVVX fueron dirigidos por Dante Minniti, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, investigador principal del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) de la Universidad Andrés Bello, y por Philip Lucas de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido).
A lo largo de 420 noches de observación, este grupo de investigación logró captar 200 mil imágenes del cielo, monitoreando más de 1.500 millones de objetos celestes y generando un total de 500 terabytes de datos científicos, convirtiendo al proyecto en el más grande de su tipo realizado por el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Explorando las profundidades ocultas
El uso del infrarrojo cercano fue clave para superar las limitaciones del espectro óptico en las regiones más internas de la Vía Láctea, donde la intensa extinción estelar y el polvo cósmico dificultan la observación.
Utilizando los filtros JHKs del telescopio Vista, las observaciones del VVVX abarcaron un área de aproximadamente 1.700 grados cuadrados del cielo, cubriendo el bulbo galáctico y el disco interno de la Vía Láctea, desde longitudes galácticas de -130º hasta +20º.
Esto permitió construir un mapa tridimensional preciso de la estructura de nuestra galaxia, incorporando no solo las posiciones y distancias de los objetos, sino también sus movimientos propios, creando un «mapa en 5D» sin precedentes.
Uno de los aspectos más destacados de este proyecto fue la capacidad de observar más de 1.5 mil millones de estrellas y detectar alrededor de 10 millones de estrellas variables, algunas de las cuales no habían sido observadas previamente.
Estos datos también complementan los catálogos ópticos del satélite Gaia, ofreciendo una imagen más completa de las zonas más ocultas de la Vía Láctea.
Descubrimientos clave del proyecto VVVX
El impacto de este proyecto en la astronomía es inmenso, y los descubrimientos realizados generaron más de 300 publicaciones científicas, además de inspirar 30 tesis doctorales en instituciones de América del Sur y Europa. Entre los hallazgos más notables se incluyen:
- Cúmulos globulares: los objetos más antiguos de nuestra galaxia, que ofrecen pistas clave sobre su formación temprana.
- Estrellas hiperveloces: proyectadas fuera de la galaxia por el agujero negro supermasivo ubicado en su centro.
- Ventanas cósmicas: regiones despejadas de polvo interestelar que permiten observar el otro lado de la galaxia.
- Estrellas variables RR Lyrae: la población estelar más antigua conocida, ubicadas en el centro galáctico.
- Enanas marrones y planetas flotantes binarios: los objetos menos luminosos y más fríos detectados, que no están asociados a ninguna estrella.
- Objetos WIT (¿What Is This?): variables estelares aún desconocidas que desafían las teorías actuales.
- Miles de galaxias distantes: vistas a través del disco de la Vía Láctea, expandiendo nuestro entendimiento de la estructura cósmica.
- Objetos estelares recién nacidos: estrellas en formación, caracterizadas por una intensa variabilidad.
- Eventos de microlentes gravitacionales: detectados en el corazón de la galaxia, revelan objetos masivos invisibles.
- Cefeidas variables: estrellas ubicadas en las antípodas de la galaxia, cuyo brillo pulsante permite medir con precisión las distancias cósmicas.