FEMICIDIOS EN PANDEMIA
Entrevistas7 de abril 2022La Universidad Nacional del Nordeste trabaja en un proyecto que busca sistematizar y unificar las cifras nacionales de este fragelo. Lo contó en Radio 10 Gabriela Bruquetas Correa, coordinadora del Nodo Nea.
¿Cómo fue que se formó esta red que involucra 9 universidades?
Nos congregamos a partir de mediados del 2020, cuando hubo una convocatoria de Sars-Covid19 y surgió la posibilidad de trabajar esta temática por la línea de investigación que se había propuesto desde la institución. Fuimos conformándonos, a partir de algunos vínculos personales porque ya habíamos trabajado, otros no nos conocíamos, fue muy arduo e intenso sobre todo teniendo presente que nos estábamos adaptando a ese contexto y que la investigación en la mayoría de los casos era una tarea más, es un tema que nos preocupa a todos por eso nos ocupamos.
¿Las cifras que hoy conocemos son inexactas?
En algún punto debemos tener una base en común para poder comparar los estudios en las distintas provincias que componen el proyecto pero a su vez esa misma base implica que abordemos determinada información por instituciones e ir corroborando. Nosotros nos basamos en el SNIC (sistema nacional de información criminal). A partir de ahí comenzamos a desandar y trabajar con las instituciones que se avocan a esta temática, desde ahí partimos. Pero estamos tratando de agregar información para que esa base de datos que estamos construyendo refleje de una manera más exacta la realidad que compete a los genocidios.
El concepto de femicidio tiene múltiples dimensiones, ¿verdad?
Sí, fuimos construyendo y elaborando un documento común que tiene que ver, por un lado, con los factores de riesgo que tienen mayor incidencia en los casos que estamos trabajando. Buscamos una mirada común, pero federal, a la vez de rescate a aquellas cuestiones que vimos que se daba en la mayoría de las provincias. Muchas veces la víctima se quede sola, no tiene el acompañamiento que corresponde o no se anima a denunciar porque no conoce el idioma.
¿Cómo vienen las instituciones en general con lo que tiene que ver en el avance de materia de género?
Tenemos que entender que los cambios que realizamos son lentos, todavía hay cuestiones a las cuales no nos acostumbramos, los cambios sociales también son lentos. Se generan instituciones nuevas, pero la sociedad no llega a dimensionar todo lo que se puede hacer a partir de una política pública bien aplicada desde una institución y en eso tenemos que participar todos. Como universidad tenemos que ser el nexo para que las políticas y los programas que se están generando puedan llegar de manera adecuada, está la necesidad de ver un proyecto de manera federal. Hay cosas que se fueron cambiando y otras que están en el proceso.
“Trabajamos con proyectos de investigación que tienen que ver con la violencia en adolescentes, específicamente en violencia de género con la idea de aportar esto que fuimos construyendo, pero también de integrar a más cantidad de estudiantes”.
En el ámbito de lo que tiene que ver la “Ley Micaela”, UNNE tiene una agenda política universitaria de género bien definida…
Particularmente, en nuestra universidad no solo tenemos un protocolo en caso de violencia de género, sino que también una capacitación que se viene trabajando hace varios años contando con el personal docente y no docente. También hemos estado de manera conjunta con estudiantes, es un trabajo lento que merece ser desarrollado para que toda la sociedad pueda comprender lo que implica la capacitación en género y violencia de género sobre todo con esta mirada de prevención de la violencia.
¿Cómo hace la gente que quiere tener información sobre todo lo que vienen haciendo?
Nosotros manejamos las redes sociales de la UFEMque nos nuclea en este grupo de trabajo que hemos armado y ahí tenemos toda la información desde los distintos nodos y sobre todo con una muy marcada de la Universidad de Misiones que la mayoría de los investigadores son del área de comunicaciones y nos van guiando.
La pandemia tuvo sus cosas negativas, pero a nosotros nos permitió trabajar de forma distante, recién ahora nos conocimos con 91 investigadores que fuimos congregados en la Universidad de Villa María en Córdoba el 25 y 26 de marzo para terminar de consolidar esto que venimos realizando, vemos el compromiso que tenemos cada uno desde lo académico y profesional.
¿Cuál es tu análisis con el compromiso de los jóvenes?
Es enorme, trabajamos con proyectos de investigación que tienen que ver con la violencia en adolescentes, específicamente en violencia de género con la idea de aportar esto que fuimos construyendo, pero también de integrar a más cantidad de estudiantes, muchos se interesaron al conocer el proyecto, nos pasa también con colegas que piden ser parta de esta red, eso nos dice el interés general de la sociedad, hay un compromiso muy marcado para estos cambios que son necesarios.