
Innovación tecnológica para pequeños productores y la conservación de pastizales
NoticiasEl CERZOS y el Departamento de Ingeniería desarrollaron una nueva cosechadora de semillas nativas. Se trata de equipamiento que no se consigue comercialmente en Argentina, y se basó en un diseño del INTA y la UN de La Pampa
Con el objetivo de crear una solución concreta para promover la restauración de pastizales, mejorar la actividad ganadera y fortalecer a los pequeños productores, el Grupo de Monitoreo Ecosistémico del Centro de Recursos Renovables para la Zona Semiárida (CERZOS, UNS-CONICET), en conjunto con el Laboratorio de Tecnología Mecánica del Departamento de Ingeniería de la UNS, han desarrollado una innovadora cosechadora de semillas nativas.
Se basa en el modelo creado por el INTA Anguil y la Universidad Nacional de La Pampa, incorporando importantes ajustes para adaptarla a las condiciones locales. Este diseño utiliza un sistema de cepillos conocido como “Stripper” – que constituye un rotor horizontal con cepillos que giran hacia arriba en su borde delantero- y que permite cosechar únicamente las semillas maduras sin dañar las plantas, un enfoque clave para preservar la salud del ecosistema. Además, cuenta con un ancho de recolección de 80 cm, una capacidad de carga de 30 litros, un sistema ajustable para tres alturas de cosecha y ruedas grandes para su uso en terrenos irregulares, lo que junto a la posibilidad de ser empujada manualmente la hace ideal para pequeños productores.
La herramienta ha demostrado ser particularmente útil para la recolección de especies como flechilla común, flechilla grande, flechilla negra y flechilla fina, todas fundamentales para los pastizales naturales de la región. Además, está previsto que se amplíen las pruebas con otras especies de interés ecológico y forrajero, como briza y pasto de vaca.
“Durante años, CERZOS ha trabajado en la investigación y manejo de gramíneas perennes con el objetivo de mejorar los pastizales naturales, incrementando la biodiversidad y la oferta forrajera para la actividad ganadera. Sin embargo, una de las principales limitaciones para ampliar estas acciones ha sido la falta de maquinaria adecuada en el país para la cosecha, trilla y siembra de semillas nativas. En este contexto, y como parte de un esfuerzo multidisciplinario, se diseñó un prototipo de cosechadora adaptado a las necesidades locales”, destacaron desde el grupo encargado de este desarrollo.
El desarrollo de esta herramienta contó con el apoyo del proyecto “Incorporación de la conservación de la biodiversidad y el manejo sostenible de las tierras en la planificación del desarrollo: operacionalizar el Ordenamiento Ambiental del Territorio en la Argentina”, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MAyDS), que promovió la creación de bancos de germoplasma en diversas localidades de la Provincia de Buenos Aires. Este proyecto permitió la construcción de tres unidades de cosechadoras destinadas a recolectar semillas en diferentes regiones, fomentando la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales.
El proceso de diseño y construcción estuvo liderado por el ingeniero Gustavo Albizua, junto con los técnicos Andrés Molina y Gustavo Martínez, quienes trabajaron en estrecha colaboración con el equipo de CERZOS. Este se integró con las licenciadas María Cecilia Scarfó y Aylen Rodríguez, la magister Clara Milano, la doctora Selva Cuppari y el doctor Alejandro Loydi
La primera prueba del prototipo se realizó en marzo de 2024, coincidiendo con la época de fructificación de las gramíneas estivales, y, tras ajustes menores, se finalizó una versión eficiente que alcanzó entre un 80 y 90 % de efectividad en la recolección de semillas nativas.
“Más allá de su aporte tecnológico, la cosechadora representa una solución concreta para promover la restauración de pastizales, mejorar la actividad ganadera y fortalecer a los pequeños productores. Al permitir la recolección eficiente de semillas, esta herramienta abre nuevas posibilidades para escalar iniciativas de conservación y manejo sostenible de tierras, marcando un precedente en el uso de la ciencia y la tecnología en favor del desarrollo rural y ambiental”, valoraron los investigadores e investigadoras.