
La llave egipcia, el premio NASA de un estudiante rosarino
EntrevistasConocimos a Benjamín Cinto, estudiante de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Rosario, reconocido a nivel internacional por ganar un concurso de la NASA donde compitió contra ingenieros y diseñadores profesionales de todo el mundo. ¿Qué es la llave egipcia?
¿De qué se trató este concurso?
Es un concurso que se nos invita a participar una cátedra de la facultad “Ciencia de mecanismo y máquinas” y se da una plataforma en donde hay ingenieros y diseñadores de todas partes del mundo.
El concurso lo presenta la NASA, dentro de esta plataforma que se llama GrabCAD, particularmente el laboratorio de propulsión jet de la Nasa que están desarrollando un nuevo sistema de despliegue de estructuras espaciales, estructuras como pueden ser antenas o telescopios o paneles solares y consiste en que mandan cada segmento de esa estructura, uno sobre el otro, como si fuesen hexágonos y una vez que llega a órbita se separan con varillas y se empiezan a retraer con cables y el desafío estaba en que cuando esos segmentos hacen contacto, un mecanismo los vincule permanentemente.
¿Qué es la llave egipcia?
Ahí surge lo que bautizamos Llave egipcia, digo bautizamos porque después de hacer todo el diseño y las simulaciones, el modelado y cuando yo tenía la idea lista, lo hablo con mi hermano más chico y me dice que le hace recordar a las cerraduras del Antiguo Egipto y ahí surge la idea de bautizarlo Llave egipcia.
Cuando ves todos los requisitos que piden, de que el mecanismo no se active antes, de que sea baja más una fuerza regulable y un montón de condiciones también como cambios de temperatura, que todo eso no afecte, era medio avasallante al principio y era como difícil de encarar pero una vez que lo vas desglosando más y vas presentando ideas y propuestas te vas encaminando hacia la solución. Al final, antes de hacer la entrega terminé muy motivado y muy conforme con la solución y las devoluciones.
¿Tomaste dimensión?
Fue un honor recibir ese mensaje de esos seis jueces, ingenieros, todos de laboratorio de propulsión de la NASA con más de 30 años de experiencia o algunos con doctorados en despliegue de estructuras espaciales que te den una devolución tan favorable es un orgullo.