“La única manera de conservar un paisaje es con sus habitantes locales”
Entrevistas3 de julio 2023El 27 de junio fue el día de la bióloga y el biólogo y charlamos a modo de homenaje con una investigadora especializada en vicuñas y gran promotora de su protección en la Puna: Bibiana Vilá, doctora en Ciencias Biológicas por la Facultad de Exactas y Ciencias Naturales de la UBA. Con su equipo (integrado mayoritariamente por mujeres) recuperó y adaptó el «chaku», un ritual prehispánico de captura de vicuñas, para que los pobladores pudieran obtener la fibra de las vicuñas con la esquila, sin matar ni maltratar a los animales en el proceso.
¿Cómo comenzó tu amor con la ciencia?
Son dos amores, uno es con la ciencia y el pensamiento hipotético deductivo, descubrir cosas a través del razonamiento y el otro el amor a los animales, la conjunción de ambos me convirtió en bióloga. Tenía una abuela con una actitud muy empática y amorosa hacia los animales y la naturaleza, por otro lado, los juegos de química y física me gustaban mucho que cuando los recuerdo ahora los veo hasta peligrosos, una vida con menos pantallas que nos llevaban a la curiosidad como motor en la infancia.
¿Tienes miedo de que esto se pierda?
No solo miedo, es muy común en las escuelas que hayan abolido el laboratorio de ciencias y lo reemplacen por sala de computación creyendo que hacen ciencia. El ir con los niños a hacer experimentos está fuera del programa de educación y la gente cree que eso está en la sala de computación. El estar frente a una pantalla no significa que estás entrenando tu pensamiento hipotético deductivo, esto lo da hacer experimentos. Trabajo en el altiplano y hago talleres con experimentos junto a los chicos.
¿El amor a la ciencia se inculca con esos experimentos?
Muchos investigadores de hoy surgieron de los laboratorios de las escuelas, es necesario que los chicos sigan con estas experiencias y dejar de naturalizar tan rápido las pantallas.
¿Nos podrías contar sobre tu reconocimiento de la ONU por las vicuñas de nuestro país?
Ese premio fue en 2014 en Japón, me estoy yendo nuevamente a ese país.
Los japoneses tienen una idea de que se puede vivir de la naturaleza sin estropearla, podemos generar el vínculo de vivir un ecosistema sin exprimir sus recursos como solemos hacer, ese concepto se llama Satoyama. En el altiplano donde trabajo existen muchos seres, domésticos y silvestres, le dediqué toda mi vida profesional a las vicuñas que viven en un sistema que se llama pastoril andino donde hay cultivos, personas, llamas, ovejas, viven personas que lo han modificado y hay vida silvestre, eso es Harmony Satoyama como mencionan los japoneses.
¿Qué tipo de actividades habrá en el viaje?
Voy a presentar el sistema pastoril andino con sus componentes ya sea silvestre o doméstico con los que ellos llaman key study, en la reunión mundial del Satoyama Iniciative, la idea sería poder ir convirtiendo la tierra en Satoyamas, esto es agroecología.
¿Culturalmente tenemos alguna chance de adaptarnos a esa lógica?
Hace muchos años que soy bióloga y etno-bióloga, estoy a cargo del grupo de género de los etno-biólogos, esto se refiere a biología desde culturas no occidentales, cuando voy al altiplano con las vicuñas voy con metodologías y estadísticas para observar los animales, me encuentro con un andino que vivió toda su vida ahí y lo que quiero saber es lo que tiene para decir sobre las vicuñas que se incorpora y se mezcla con los saberes de los científicos, la única manera de conservar un paisaje es con sus habitantes locales.