“LA VISIÓN SUR-SUR DE LA EDUCACIÓN LA PLANTEA COMO UN DERECHO HUMANO”
Entrevistas5 de abril 2023Culminó el Diálogo Interregional sobre Educación y Desarrollo en América Latina, el Caribe y África organizado por el Ministerio de Educación y OBREAL Global y lo resumió en C5N la secretaria de Cooperación Educativa y Acciones Prioritarias del Ministerio de Educación, Andrea García.
¿Cómo fue este encuentro que abrió un nuevo esquema de pensar la educación?
Este es un paso más en un camino que estamos recorriendo juntos entre los Estados y las universidades de América Latina, el Caribe y África. Comenzó con la primera sesión en la Universidad Nacional del Noroeste bonaerense en la ciudad de Junín. Luego tuvo la firma del memorándum de entendimiento con la Unión Africana y el Ministro de Educación, Jaime Perczyk, más tarde en la Universidad Nacional de San Martín. Y finalizó en la Universidad Nacional de Hurlingham.
Este encuentro, este diálogo interregional tiene antecedentes. El primer antecedente fue el encuentro en el año 22, la declaración de mayo del 22 de Buenos Aires, donde todos los ministros de Latinoamérica acordaron ampliar el diálogo interregional y hablar de Cooperación Sur. La Cooperación Sur tiene principios diferentes a la Cooperación Norte-Sur. Hoy claramente el viceministro de Honduras o los ministros de educación de distintos países de África o los representantes de Brasil, de Mozambique, planteaban este cambio estratégico de cooperar sur-sur y no cooperación norte-sur.
¿Hay una visión diferente de la educación en lo que norte-sur o sur-sur?
La visión sur-sur y la de muchos otros tal vez, pero fundamentalmente del sur-sur es que la educación es un derecho humano y los Estados deben participar para garantizar el acceso, la educación como el Estado y de derecho como contrapartida de la mercantilización. Pero en realidad el modo de cooperación sur-sur, que se diferencia de la cooperación norte-sur, que también existe y que debe continuar, lo que busca es que sea una cooperación que no busque discursos homogéneos, que reconozcan las diferencias, que sea solidaria, que cada país pueda aportar.
¿En qué se puede aportar?
Los países desarrollados somos aquellos países que tenemos oportunidades de desarrollarnos pero que también tenemos momentos de retroceso, entonces poder desde Latinoamérica, desde la Argentina por supuesto, del Caribe y del África, pensar en articular la educación, en construir grupos de investigación, en formar jóvenes africanos en nuestras universidades. Hoy la virtualidad permite compartir equipos de docentes, compartir equipos y tal vez la limitante es el idioma o uno de los límites es el idioma. Hoy la Argentina le ofrecía al África, porque también así lo hacen nuestras universidades y porque también tenemos el certificado que lo que lo explica, le ofrecíamos la posibilidad de cursos en español para que después puedan ingresar a nuestros cursos en nuestros posgrados de cada una de las universidades argentinas.
También muchas universidades argentinas tienen la posibilidad de dictar materias en otros idiomas. En África hay muchos idiomas, no hay un solo idioma predominante. Pero creo que lo más importante es vernos, reconocernos y saber que tenemos que recorrer un camino juntos.