“Lo que dijo la Ministra Acuña me da dolor, pero no sorpresa”
Entrevistas24 de noviembre 2020El exministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, dialogó en Radio 10 con Luciana Rubinska y Jaime Perczyk sobre el concepto de soberanía nacional, los desafíos de la educación y los dichos recientes de la Ministra de Educación porteña Soledad Acuña sobre la formación de los docentes.
¿Qué podemos decir del día de la Soberanía Nacional en un sentido histórico?
Es interesante porque en la situación fáctica esas cadenas que se ponen en esa eje que tiene el Paraná ahí cerca de San Pedro, las flotas anglo-francesas pasan y alguien puede decir: “eso es una derrota”, pero es mucho más que eso. No es ninguna derrota porque se logra el objetivo estratégico, primero lograr que no hubiera libre navegación en los ríos interiores, y junto con esto la imposibilidad de la comercialización plena de los productos extranjeros. Debieron pactar y sentarse con la Confederación y -al negociar- reconocieron nuestra soberanía. No es una victoria militar plena, pero hay una firma de un tratado de paz Argentina-Francia y Gran Bretaña y lo que festejamos tiene que ver con el símbolo de la Independencia, de la libertad nacional. Es una derrota que es un triunfo. El valor de una intención, de la decisión política, el valor de la pedagogía política, eso nos invita a pensar a todos cuando lo traés al presente.
¿Y que representa ese día, esa derrota que es una victoria, esa conquista en 2020?
Representa esa expresión dolorosa “hay que sentarse y hacer lo que la Griesa quiere…”, significa expresamente lo contrario, significa emanciparse, un camino de independencia, de soberanía. Los gobiernos nacionales y populares desde el siglo XIX tiene ese pensamiento, lo hizo Yrigoyen del 16 al 22, lo hizo el peronismo, lo hizo el kirchnerismo, lo hace Alberto. A mí me gusta mucho la palabra emancipar porque quiere decir algo así como dejar de estar tomados de la mano, uno toma la mano cuando es chico, los países soberanos no van tomados de la mano de nadie y eso me parece que en algún sentido aproxima a tu invitación de pensar aquel pasado en este presente y creo que tiene que ver con la renegociación de la deuda, con decisiones soberanas, con ese paso de las fronteras de Alberto y Evo, tienen que ver con un país que toma decisiones, que no pregunta que hay que hacer, hace lo que conviene a sus intereses y a su tradición política.
¿Cómo entra la idea de emancipación con educación?
Hoy que es 22 de noviembre siempre nos emociona por la celebración de la suspensión del cobro de aranceles en la Universidad. Y es un tributo a Manuel Belgrano cuando él decía… “Para honrar a los héroes nada mejor que imitarlos”. El año 2020 es el año belgraniano, hay una tradición, emanciparse también es educar a todos, poder pensar que la educación tiene que abrir las puertas con rigor y con exigencia, pero a todos. Belgrano decía, a los pobres, a los huérfanos, a las mujeres, a los negros. Hoy lo hacemos no solo en las Universidades del Conurbano, en las escuelas. Sabemos que tenemos deudas, que nos falta, pero es una intención, una postura ante la ética de educar.
“A mí me gusta mucho la palabra emancipar porque quiere decir algo así como dejar de estar tomados de la mano, uno toma la mano cuando es chico, los países soberanos no van tomados de la mano de nadie”
¿Poner las cadenas y que la flota pase y firmar un tratado, eso es lo opuesto a decir a los fondos buitres le pagamos lo que piden porque eso le va a traer a la Argentina prosperidad?
Son los opuestos, siempre hay un riesgo de caer en ciertas posiciones binarias. Sabemos que la Universidad tiene que jugarse y pensar más profundo, pero hay una suerte de dos veredas que se ven con una nitidez desde los albores de nuestra patria. Hay un proyecto pequeño, porteño, financiero, no productivo y hay otro proyecto federal, expansivo, de derechos para todos, y hoy también es la misma discusión. En las universidades se habla de las ideas, fomentamos la pluralidad, abrimos a otros que no piensan como nosotros, ese es el juego y de alguna medida hacer lo que la soberanía indica, lo que la tradición indica, hacerse cargo de esa herencia, somos hijos de esas luchas y de tanto que han pensado en América pedagógicamente que la educación debía ser para todos y todas.
La ministra Acuña trató a los docentes de pobres, que eligieron esa carrera porque eran una tercera o cuarta opción y demás cuestiones. ¿Qué reflexión te merece, que pensó cuando escuchó hablar así a una Ministra de Educación?
Me da dolor, ya no me da sorpresa lo que dice la derecha vernácula, pero me da dolor que se puedan tener esas ideas. Son afirmaciones ganadas por el prejuicio, el prejuicio es hijo de la ignorancia. Aquellos que intentan algunos caminos de estudios y luego resulta que les gusta otra cosa, no son fracasados, ellos los llaman fracasados y el fracaso en la vida es otra cosa. Esto es una lucha de ideas, no hay que engancharse con los personajes ni con los nombres pero infelizmente hay una cantidad de compañeros docentes y compañeras que votan a esta derecha creo que esta discusión tiene que llegar a las aulas, porque están pensando un futuro sin nosotros. Cuando el neoliberalismo piensa en un futuro no estás en ese futuro y esa es la discusión que hay que dar.
¿No es también muy grave esta idea de que si sos pobre, no tenés capital cultural?
Podríamos decir que la pobreza puede tener como consecuencia tener menos capital cultural que las clases medias, ¿y a qué vas a estudiar? Justamente a eso, obtener aquello que carecés. Se ve tan clara la mutación de los muchachos y las muchachas, ese chico que llega a primer año, en tercero de la Universidad es otra persona. Lo que dice la Ministra en esa ignorancia es desconocer ni más ni menos la capacidad transformadora de la educación y es muy grave. Se pierden por su ignorancia y su prejuicio una realidad que deberían conocer.
¿Creés que debería haber sido removida de su puesto?
No me meto en las decisiones del jefe de Gobierno, pero hay una parte alta de la sociedad que no lo ve como un yerro. Piensan y hablan para su base electoral la cual alimentan y le generan más odio del que tenían. Lo vemos como un yerro otros que también somos muchos y nos indignamos, algunos se sorprenden, yo a estas alturas no me sorprendo más de lo que viene de ese lado. Podría decirlo peor, algunos celebran eso y lo ratifican, no voy a dar nombres pero todos nos conocemos. Lo que creo que hay que hacer es que la sociedad vea que eso que la sociedad escuchó es un yerro, una injusticia, me parece que la tarea es develar eso, para algunos es nada más una palabra que pasó y no reparan en la profundidad del daño que pueden hacer.
¿Es un prejuicio o un juicio?
Digo prejuicio, pero puede ser una certeza, y son soberbios en esa certeza, es la certeza de la ignorancia. La ignorancia tiene un gran atrevimiento porque los que intentamos ver otro punto de vista muchas veces no hacemos aseveraciones tan tajantes, pero la ignorancia va para adelante y piensan que diga la verdad. Si es un juicio o prejuicio, son hijos de la ignorancia. La derecha argentina y la derecha en general conoce poco de la vida, del sufrimiento, hablan de meritocracia y es gente que no ha luchado nunca, de educaciones pagas, acá lo que no hay es voluntad de aprender.