¿Qué es procrastinar el sueño?
Opinion17 de junio 2021La psicóloga Valeria Bedrossian nos define un concepto muy en uso, y un hábito muy recurrente en muchas personas durante estos tiempos de pandemia.
Por Valeria Bedrossian, Psicóloga UBA
¿Qué es procrastinar el sueño?
La «procrastinación del sueño» se define como «el acto repetido de no irse a la cama a la hora prevista, sin que ninguna circunstancia externa lo impida». Las personas que estiran el momento de acostarse intentan, conciente o inconcientemente, ganar algo de autonomía de tiempo para sí mismas, teniendo que lidiar con el hecho de acortar sus horas de sueño.
Recuperar el tiempo perdido durante el día.
Según esta hipótesis, estas personas tienen la sensación de estar encontrando un espacio para sí mismas, cosa que no sucede durante el día, cuando tienen que estar al servicio de otros: trabajo, familia, empresa, etc.
Hace un tiempo una periodista (Daphne K. Lee) tuiteó sobre una expresión que se traduce algo así como: “procrastinar a la hora de dormir”.
Lo describió como quedarse despierto hasta tarde en la noche para desquitarse por la libertad que hemos perdido durante el día.
Es el atajo que encontramos para ganar algo de ocio, disfrute, distracción, acotando nuestro descanso.
Se denomina así a la tendencia a quedarse despierto hasta tarde, postergando el sueño para ganar algo de tiempo para uno, realizando pequeñas cosas, que pueden aportar algo de ocio/disfrute/distracción.
Una forma de ganar control sobre el tiempo que no tenés durante el día, una especie de venganza o desquite por la falta de autonomía diurna.
¿Qué deja esto?
Una sensación de libertad, un tiempo sin presiones, un toque de ocio.
Algo así como dejar de sentir por un rato que no somos una simple máquina de trabajar, comer, descansar.
En relación a la languidez anímica, la procrastinación nocturna podría pensarse como una manera de encontrar algo de disfrute en pequeñas cosas que le dan un toque de sentido a nuestras vidas para evitar caer en la monotonía.
El desafío o dilema sería encontrar mayor autonomía, dentro de lo posible durante el día, para no tener que recortarnos nuestro propio tiempo de descanso.