Reactivar la industria de la construcción con inclusión y sostenibilidad
Opinion30 de octubre 2020Los autores de la nota proponen construcciones sostenibles en terrenos intersticiales de centros urbanos. La idea de una iniciativa público-privada para movilizar la industria de la construcción, los recursos financieros locales en pos de construcciones que favorezcan la inclusión y el empleo.
Por Salvador Gil, Silvina Carrizo y equipo (*)
La presente propuesta de reactivación de la industria de la construcción se basa en el siguiente trípode:
1) construcción de viviendas sostenibles para para paliar el déficit habitacional argentino y llenar una vacancia social consistente disponer de viviendas adecuadas para adultos mayores, que se espera seguirá creciendo.
2) Canalizar los recursos financieros que en gran medida se encuentran inmovilizados en el país en busca de oportunidades atractivas de inversión.
3) Poner en valor espacios intersticiales o edificios sin uso de muchas ciudades y municipios, que en buena medida están son propiedad de estos, provincias o nación.
Combinando estas potencialidades y necesidades complementarias de todos estos sectores, se propone lanzar un programa de construcción de viviendas, basadas en nuevos cánones de construcción y paradigmas urbanísticos de sostenibilidad, que podrían introducir formas más atractivas y acordes a las necesidades del siglo XXI, valorizando muchos espacios urbanos, a la par de generar desarrollo y empleo. Como compensación por los terrenos cedidos, los municipios o el estado recibirían un cierto número de viviendas que podrían ser utilizadas en distintos programas sociales y el resto de las construcciones se comercializarían en el mercado.
De esta manera se busca que estos nuevos desarrollos inmobiliarios, además de generar espacios de inclusión e integración, sean sustentables económicamente.
En muchos centros urbanos argentinos, existen terrenos intersticiales y edificios sin uso o subutilizados, mientras que, por el otra parte, aumentan los déficits habitacionales, cuantitativos y cualitativos. Asimismo, existe un ahorro social acumulado que en gran medida se encuentra inmovilizado en busca de buenas oportunidades de inversión. Crecen los números de personas necesitadas de viviendas y en particular las viviendas existentes no son adecuadas para que los adultos mayores cubran sus necesidades plenamente.
La esperanza de vida crece en todo el mundo, con lo que el número de septuagenarios, octogenarios y nonagenarios sea cada vez mayor. La mayoría de las construcciones actuales no es adecuada para albergar es este sector creciente de la sociedad. Por otra parte, la reconversión de la economía y las ciudades ha ido generando edificios y espacios urbanos, mucho de ellos con excelente ubicaciones urbanas, que están sin uso o son subutilizados.
Esto es particularmente importante en la construcción de viviendas que respondan a necesidades sociales, que minimicen los gastos en energía para lograr condiciones de confort, a la par que reducen las emisiones de GEI
Muchos de estos espacios y edificios son propiedad de los municipios, las provincias o la nación. La idea es que con el aporte por un lado de particulares que deseen invertir en viviendas y locales comerciales, los municipios y el estado aportando terrenos y edificios en desuso, se generen consorcios constructivos que a la par de satisfacer las necesidades sociales de distintos grupos, contribuyan a reactivar la industria de la construcción y el empleo y de la economía en general. Como compensación por los terrenos, los municipios, provincias o estado, recibirían un cierto número de viviendas que los podría administrar en diversos programas sociales.
Por su parte, el resto de las construcciones sería utilizada por los inversores o volcadas al mercado para dar sustentabilidad económica al proyecto. El Estado Nacional podría generar algunos incentivos fiscales para hacer más atractivos estos emprendimientos y facilitando los instrumentos financieros que promuevan este tipo de iniciativas. Así la revalorización de muchos terrenos baldíos urbanos o periurbanos, podría servir para cubrir los déficits habitacionales, a la vez que recuperaría espacios urbanos, generando valor y empleo a la comunidad. También podría pensarse en asociar a estos desarrollos, la creación de nuevos centros de trabajo y servicios, como centros de trabajo de oficinas, apropiadas para muchos emprendimientos nuevos del sector de servicio, como centros de oficinas, oficinas y centros de reuniones para alquilar, etc.
En definitiva, se busca movilizar la industria de la construcción y recursos financieros locales, en asociaciones público-privado que a la par de canalizar los recursos disponibles, daría respuesta a demandas sociales y aumentaría el empleo. La idea es concentrar recursos financieros en la construcción de viviendas sostenibles, viviendas para adultos mayores, y centros de actividades comerciales y profesionales. Las construcciones tendrían como leitmotiv construcciones con enfoques urbanísticos y constructivos sostenibles -algunas con fines sociales o para para adultos mayores u oficinas profesionales o comerciales- que adecuarían, siguiendo criterios modernos, que favorezcan la integración y la movilidad sustentables, con espacios adecuados para alojamiento y cuidado de las personas y su ambiente.
Construir viviendas incorporando pautas de sostenibilidad urbana y edilicia, energéticamente eficientes, no hace necesariamente más caro un proyecto y podría proveer una herramienta útil y necesaria para dar respuesta al déficit cuantitativo y cualitativo de viviendas. Mejorar los estándares urbanísticos y constructivos permitiría ahorros importantes en las facturas de energía y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a la par que aumentarían las condiciones de confort de los usuarios.
Diseñar a partir de criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, podría aportar significativamente, a la solución de los graves problemas sociales y ambientales que atraviesan Argentina y el Mundo. Los edificios son responsables de casi el 36% de consumo mundial de energía y de más del 30% de las emisiones de gases efecto de invernadero (GEI). La experiencia internacional y local muestra que es posible disminuir su impacto ambiental, pensando integralmente su diseño. Construir con pautas de sostenibilidad contribuye, no sólo a mitigar el calentamiento global y a mejorar la calidad del hábitat, sino que también favorece la inclusión social y energética.
Esto es particularmente importante en la construcción de viviendas que respondan a necesidades sociales, que minimicen los gastos en energía para lograr condiciones de confort, a la par que reducen las emisiones de GEI. Así lo nuevo y atractivo de estos emprendimientos sería proveer viviendas confortables, con servicios apropiados y a precios accesibles. Asimismo, edificios concebidos desde su diseño en albergar adultos mayores, prevería de viviendas o departamentos independientes, pero con disponibilidad de servicios adecuados para adultos mayores y espacios de sociabilización y obtención de servicios apropiados. Este tipo de viviendas diseñadas para albergas adultos mayores, redunda también en la reducción de las demandas al sistema de salud y subsidios por parte del estado. Con acompañamiento y planificación, las personas mayores y sus familias pueden preservar y valorizar sus espacios propios, prolongando y mejorando su calidad de vida, a la vez que generan nuevos empleos de personal de salud, recreación y cuidado de personas.
Un antecedente interesante es la experiencia de Almería, Andalucía, en España a partir de los años 90. Como es sabido, esta era una de las regiones más pobres y postergada de España hasta bien entrado los años 80. Las películas de los films Spaghetti Western se filmaban en esa región donde se apreciaba su paisaje desértico y desolado. Con el ingreso de España a la UE en los años 90 se desarrollaron múltiples emprendimientos inmobiliarios, que atrajeron inversiones y residentes del norte europeo, a radicase en esta zona.
Muy pronto esta zona se pobló de jubilados de norte de Europa, generando un crecimiento fuerte y vigoroso en toda esta zona. En Argentina, con buenos servicios de salud, lugares privilegiados, compartimente bajo costo de vida y adecuada oferte inmobiliaria y de servicios, ¿podemos reproducir en parte estas experiencias?
Detalles de la Propuesta y tareas a realizar por parte de APE de la Cámara Argentina de la Construcción.
– identificar de terrenos intersticiales y edificios sub/in-utilizados en ciudades argentinas con potencialidad para construir viviendas.
– enriquecer diseño y pautas de concepción de los edificios de viviendas
– eficientizar los servicios energéticos replanteando su aprovisionamiento y consumo
– sustentabilizar la movilidad por equipo de urbanistas y expertos en transportes
– desarrollar planes de financiación de los proyectos y formas de comercializar las viviendas del sector privado
– determinar formas sustentables de mejorar los servicios de agua y cloaca en los barrios, por expertos en servicios de saneamiento
– apoyo legal para resolver los problemas en la disponibilidad de terrenos – movilizar cuadros APE para contribuir a desarrollar el proyecto.
(*) Salvador Gil es Doctor en Física con Diploma de Honor. Dirige la Ingeniería en Energía de la UNSAM
Silvina Carrizo es investigadora del CONICET; profesora en la UNNOBA; trabaja en centros ligados a territorio, sociedad y energía.