«El fuego no distingue lo que quema»
EntrevistasEl ingeniero forestal UNLP, Sebastián Robbiani, charló en Radio 10 sobre las causas y consecuencias de los incendios en Corrientes. Las proyecciones.

¿Hay alguna hipótesis de las causas de estos incendios?
Todos los incendios han sido multicausales, han coincidido con condiciones climáticas extremas, adversas y favorables para éstos como temperaturas muy altas, humedad baja y escasas precipitaciones en los últimos 3 meses. Venimos con una sequía bastante prolongada en la región, estas tres causas han generado condiciones propicias para los incendios, hay rumores, pero todavía se está viendo. Cada foco ha tenido un impacto muy grande dadas todas estas condiciones.
¿Qué es lo que han podido analizar hasta ahora en consecuencias?
Los perjuicios son en tres espacios: inmediato, de mediano y largo plazo. La provincia de Corrientes tiene 9 millones de hectáreas aproximadamente, 1 millón corresponden al complejo del Iberá que son pastizales y área protegida, y los 8 millones de hectáreas restantes tienen distintos tipos de producciones.
La superficie afectada en toda la provincia fue alrededor de 1 millón de hectáreas: el fuego no distingue lo que quema, así que dentro de esas hectáreas hay pastizales, bosques nativos, bosques implantados, cultivos agrícolas y demás. En cada uno de estos tipos de producción o ambiente, el impacto es distinto y en lo que es económico y productivo, el impacto es inmediato porque ya se han quemado muchísimos campos forestales. Corrientes es la principal provincia de la Argentina en lo que son bosques implantados con pinos y eucaliptus, se han quemado aproximadamente 40.000 hectáreas de plantaciones forestales, y esto tiene un impacto directo sobre la mano de obra, valor de producto y consecuencias inmediatas. En el caso ganadero lo mismo, se han quemado miles de kilómetros de alambre, campos que se han quedado sin nada.
¿Qué estuvieron indagando con respecto al impacto ambiental?
Corrientes ha sido una provincia históricamente ganadera y con manejo de fuego dentro de las herramientas desde hace 200 ó 300 años, estos pastizales están adaptados a quemas constantes y rebrote que -de hecho- es una de las prácticas ganaderas que todavía se utiliza.
La recuperación de esos ambientes de pastizales va a ser relativamente rápida, en 1 ó 2 años si las condiciones climáticas de precipitaciones vuelven a ser la media histórica eso se va a recuperar. Por todas las hectáreas quemadas, se vio afectada mucha fauna nativa: carpinchos, yacarés, ciervos, aves, el impacto ambiental va a ser importante.
“La superficie afectada en toda la provincia fue alrededor de 1 millón de hectáreas: el fuego no distingue lo que quema, así que dentro de esas hectáreas hay pastizales, bosques nativos, bosques implantados, cultivos agrícolas y demás”.
¿Cuál es la situación hoy por hoy en las zonas afectadas?
Por suerte la semana pasada llegaron las lluvias dispersas en toda la provincia, con distintos valores de precipitación desde 30 ml hasta 100 ml. Eso bajó la intensidad de los incendios, esperamos más lluvias para la semana que viene, tenemos que agradecer el trabajo de los bomberos locales y todos los bomberos voluntarios del país.
¿Qué fue eso de que brotaron las flores de entre las cenizas en Esteros del Iberá?
Esto se conjuga, es la época de floración de la especie y luego del período de sequía -al recibir agua- la naturaleza responde y florece.
¿Tienen expectativas de que pueda salir el proyecto de ley de humedales?
Ojalá el proyecto sea para sumar y la ley se trate, que sea compatible con los sistemas productivos. La provincia de Corrientes es la que más plantaciones forestales tiene, unas 500.000 hectáreas plantadas con pino y eucaliptus, el 30% de estas plantaciones están certificadas FSC que es un standard internacional de buen manejo de cuidado del medio ambiente, responsabilidad social. Esta producción funciona económicamente. Es fundamental que en todos los proyectos de ley que sean de protección de medio ambiente se trabaje de forma compatible con la producción, porque para que haya buena protección de los ambientes tiene que haber sistemas productivos que funcionen, se controlen y sean acordes a las necesidades de las demandas de bienes y servicios de la sociedad.










