El olfato en la pandemia
Entrevistas6 de julio 2021La otorrinolaringóloga y especialista en olfato, Stella Cuevas, habló en Radio 10 sobre la importancia de este sentido y cuáles son las consultas que más se hacen con ex pacientes Covid-19.
¿Qué particularidad tiene el sentido del olfato?
Es sumamente importante en la vida diaria, más allá de que los olores estén invisibilizados, el sentido del olfato nos sirve como sistema de alarma para avisarnos si se está quemando algo, si hay una fuga de gas, es importante en las relaciones interpersonales, en el aseo personal, en la higiene de la casa.
Es un sentido muy complejo y a su vez misterioso, se conoce desde que hay vida en la Tierra porque se empieza a formar entre la cuarta y quinta semana de gestación, por lo tanto en el nacimiento el sentido del olfato está completamente formado, el recién nacido lo primero que hace es buscar el pecho de la madre por la protección y el alimento.
Desde que hay vida en la Tierra desde hace mas de 4.500.000 años, el hombre se valía solamente a través del olfato porque estaba en posición cuádrupe y su nariz estaba muy cerca del suelo, así sabía todo lo que pasaba a su alrededor. Con los años adquiere alimentación, empieza a pararse de una forma más erguida y adquieren importancia otros sentidos como los físicos y no los químicos como el olfato, se agudiza la vista, la audición y el sentido del olfato queda casi olvidado. Pero en esta pandemia este sentido alcanza un importante protagonismo.
¿Antes de que existiera el Covid, la gente perdía el olfato?
El 5% de la población, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, no tenía olfato hasta el 2019 y del 16% al 20% tenía alteraciones como por ejemplo hiposmia, que es una disminución parcial del olfato.
La anosmia (pérdida total del olfato) ya la conocíamos porque otros virus producían esta alteración, dentro de estos virus estaba el del resfrío y el de la gripe que es el de la Influenza.
Otra causa por la que se puede perder el olfato es por traumatismos encefálicos que pueden o no tener pérdida de conocimiento y también algunos tumores como el neuroblastoma y otros como los meningiomas, que producen pérdida parcial del olfato.
Esto se manifiesta de forma abrupta y súbdita, es por eso que cuando comenzó la pandemia la gente llamaba al 107 o al 148, no estaban dentro de la definición del caso y ya presentaban anosmia, comunicaba la pérdida del olfato y la alteración del sabor (el olfato da el 80% del sabor).
El olfato da el deleite cuando uno come o toma alguna bebida en especial.
Los pacientes vienen a la consulta sumamente frustrados, porque se dan cuenta de la importancia de este sentido, generalmente pueden recuperar el olfato en el transcurso de la enfermedad y cuando se le da el alta epidemiológica seguramente ya lo recuperó. Pero hay casos que pasan por una hiposmia posterior al Covid, es una pérdida parcial del olfato porque algo huelen y también hay muchos pacientes con disosmia, que son alteraciones olfatorias y ahí la pasan mal.
¿El Covid cómo lo afecta, por qué hay algunos que lo recuperan, otros que no y algunos ni siquiera lo pierden?
Hay tres hipótesis, en realidad hay dos que son muy fuertes y una que ya valíamos para el resto de las anosmias que conocíamos. El sentido olfatorio tiene 3 células, la célula olfatoria que también es la primer y única neurona que está fuera del cerebro, por eso es tan complejo, también hay otras que colaboran con lo que hace esta célula, que son las sustentaculares, y por último las células basales.
Son tres las que forman el equipo olfatorio y en total forman una superficie de 5 cm cuadrados, por eso es tan complejo la fisiopatología del olfato. Esa célula olfatoria tiene un receptor y cuando el aire ingresa por la nariz, junto con este aire entran los estímulos químicos que son los olores y justamente son captados por ese receptor.
El receptor toma el olor y con la colaboración de la célula de al lado (que son estas células sustanteculares) ese estímulo químico se transforma en un estímulo eléctrico, a partir de ahí es conducido como un cable que lleva electricidad, atraviesa el cerebro por el nervio olfatorio y se hunde en una zona del cerebro más antigua llamada rombencéfalo.
Otra hipótesis muy fuerte es que la célula sustentacular que está al lado, tiene muchos receptores que actúan como anfitriones, entonces, cuando ingresa el coronavirus, estos anfitriones lo reciben y a partir de ese momento se produce la replicación del virus y como consecuencia se forma la tormenta de citocinas anteriormente mencionadas que es un gran proceso inflamatorio que se encuentra en esta célula pero a la vez contagia a la que está al lado y cuando el olor quiere pasar no puede porque hay algo obstructivo que lo está impidiendo, por eso la pérdida del olfato es súbdita y abrupta.
¿Todo esto no pasa en la nariz?
Por la nariz ingresan los olores y son captados por las células, nosotros olemos con el cerebro.
Hay mucha gente que perdió el olfato y no lo recuperó ¿Qué se hace?
Los pacientes vienen a la consulta sumamente frustrados, porque se dan cuenta de la importancia de este sentido, generalmente pueden recuperar el olfato en el transcurso de la enfermedad y cuando se le da el alta epidemiológica seguramente ya lo recuperó. Pero hay casos que pasan por una hiposmia posterior al Covid, es una pérdida parcial del olfato porque algo huelen y también hay muchos pacientes con disosmia, que son alteraciones olfatorias y ahí la pasan mal, el paciente puede pasar por parosmia que son alteraciones en los receptores, por ejemplo están haciendo café y la persona no siente ese olor que nos da tanta gratificación, siente un olor diferente y muchas veces desagradable.
Otros tienen la existencia de un olor ante la inexistencia del estímulo químico y lo que a muchos pacientes les pasa es que cuando se bañan sienten que el agua tiene olor a podrido y el agua es inolora. También pueden padecer parosmia, por ejemplo en una casa hay muchos olores y el paciente siempre siente el mismo y desagradable, o hipersensibilidad olfatoria que es cuando huelen más de lo normal.
Esto se trata con ayuda profesional y lo más importante de todo es, acompañar al paciente.