“ES IMPORTANTE QUE LOS JÓVENES SEPAN LO QUE HUBO QUE LUCHAR PARA ESTOS 40 AÑOS DE DEMOCRACIA”
EntrevistasNos visitó en C5N el historiador Pablo Borda, creador de Historias para Millenials, para dimensionar lo que fue desmontar la idea de Estado productivo en pos de facilitar el proceso de la dictadura. Por qué la memoria es importante para entender cuánto cuesta la democracia.
A casi 50 años del último Golpe de Estado, ¿qué es necesario reforzar en términos de memoria?
A la hora de pensar la última dictadura hay que tener en cuenta que -si bien los militares se autoproclamaron como los dirigentes de un Proceso de Reorganización Nacional- el nombre no podría haber sido más apropiado ya que la última dictadura representa un punto de inflexión en la historia de la Argentina. Estamos acostumbrados a pensar la última dictadura desde el terrible impacto que tuvo el Terrorismo de Estado y la pérdida de miles de personas mediante un proceso de desaparición de personas que se dio a escala nacional con la implementación, no solo de ese Terrorismo de Estado a gran escala, sino de un montaje de un aparato represivo que incluía a todos los aspectos de la vida social. La anulación de la política de la participación ciudadana, de la libertad de expresión o mismo la suspensión del funcionamiento de partidos políticos, el derecho a huelga o la intervención de universidades.
¿Qué implicó eso en profundidad?
Propiamente, hablando desde el conocimiento, lo que fue la censura y la persecución en el ámbito científico intelectual supuso una verdadera fuga de cerebros. Pero incluso -más allá de la represión- la última dictadura representa un punto de quiebre en la historia nacional por el terrible impacto en el largo plazo que tuvo sobre el tejido socioeconómico de la Argentina. No solo se implementa un programa de características neoliberales, tecnocráticas que en lo inmediato tuvo un impacto profundo en la situación de vida, hablamos de una caída del poder adquisitivo del salario, de 40 por ciento en unos pocos años, de una inflación constante, del desmonte del aparato industrial construido en los 40 años precedentes a la dictadura sino que además se dio la implementación de un programa que permitía la financialización de la economía. Pasamos de una economía centrada en el aspecto de la producción aún en el que la especulación, los grandes negociados financieros se convirtieron en la forma esencial de acumulación de riquezas. Estas medidas -que si bien en lo inmediato impactaron en la población- fueron parte de un viaje en el largo plazo.
Cuando uno analiza por ejemplo a Argentina en el marco mundial, puede observar que el desarrollo económico, sería una línea paralela al desarrollo de los países que hoy en día consideraremos del primer mundo: Australia, Europa occidental, Estados Unidos. Esa línea, que no parte el mismo punto, porque el sistema, el sistema capitalista, basado en la desigualdad, experimenta una divergencia. En la década del ´30 todos los países cayeron como producto de la gran depresión, esa línea paralela Argentina iba en caída. En las décadas siguientes la recuperación también fue paralela pero cuando uno toma los datos del Banco Mundial, observa que en 1976 la línea de crecimiento de Argentina se separa para siempre de los países desarrollados. Esto se debe a que la implementación de estas políticas que tuvieron un impacto durísimo en el aparato industrial supuso un cambio irreversible del resto del siglo 20.
Ya pasaron 47 años de esta realidad. Cómo podemos, en este Nunca Más a futuro, atravesar a los jóvenes, a esos jóvenes de hoy que tienen 20 ó 25 años y que de repente no tienen tal vez una formación política.
Para empezar, señalando que este evento -que si bien ellos no vivieron, yo tampoco viví, vos tampoco- es una cuestión generacional, puede parecer lejano en el tiempo pero en realidad es sumamente reciente en términos históricos. Primero porque su impacto se puede apreciar al día de hoy. La problemática de la deuda externa nos acompaña realmente desde la última dictadura, cuando se piensa en el carácter digamos extorsivo de las deudas externas, del desmonte del aparato del Estado, tenemos que considerar que son elementos que nos persiguen al día de hoy. Pero, por otro lado, también hay que considerar a partir de lo que fue la irrupción de los militares en el plano político, la represión, la pérdida de todo tipo de libertades civiles y políticas, en la valoración que debemos hacer de la participación democrática, en tiempos en los cuales hoy en día la política es desvalorizada en función de perseguir intereses sectoriales o de grandes grupos de poder, es importante que los jóvenes puedan dimensionar lo que se ha luchado por construir esos 40 años de democracia y la importancia que tiene para la construcción de una sociedad más justa, de una sociedad plenamente libre que puedan involucrarse y ser partícipes de esos procesos políticos.










