
Historia de la última dictadura civico-militar con Gabriela Águila.
EntrevistasConversamos junto a Gabriela Águila, Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Rosario e investigadora del CONICET, sobre su libro «Historia de la última dictadura militar», previo al 24 de marzo.
Contanos un poco de que trata este libro.
El libro salió el año pasado, aproximadamente en marzo, y tuvo una muy buena acogida. Son esas cosas que alegran la carrera académica, que suele ser compleja. Es un libro que nació con la intención de construir una síntesis sobre la historia de la última dictadura, teniendo en cuenta el proceso de renovación que ha habido en los estudios sobre el tema. Quiero destacar que, desde la propia dictadura, hace ya 40 años, se han venido produciendo conocimientos, interpretaciones y reflexiones sobre este período. Incluso mientras las Fuerzas Armadas seguían en el poder, hubo intelectuales y cientistas sociales que realizaron análisis e interpretaciones con la información limitada que se tenía en ese momento. Sin embargo, a partir de la década del 2000, especialmente en los últimos 15 o 20 años, se ha dado un proceso significativo de producción de conocimiento, principalmente en el ámbito de las ciencias sociales, pero también en el campo de la historia. Como historiadora, puedo decir que hoy existe una historiografía sobre la dictadura muy consistente y consolidada. Este avance ha estado vinculado, en gran medida, con el acceso a archivos. Los historiadores trabajamos con archivos, que son nuestra materia prima, y esto ha permitido una renovación del conocimiento disponible, así como la discusión y el debate sobre las interpretaciones existentes. El libro, en definitiva, tiene esa vocación: mostrar la renovación del panorama historiográfico sobre la última dictadura.
¿Que enfoque vamos a encontrar en este material?
El libro, como te decía, pretende dar cuenta de manera integral de ese período, abordando sus dinámicas políticas, sociales, económicas, ideológicas y culturales. Mi tema de investigación, en particular, ha sido la historia de la represión en ese período, no exclusivamente durante la dictadura, pero sí con un fuerte enfoque en la dimensión represiva y el proceso de violencia que se produjo en esos años. Este es, sin duda, uno de los temas más transitados por los historiadores, al punto de haberse conformado un subcampo específico dentro de la historia de la represión. En cualquier caso, hay una voluntad clara de que esta no sea una historia construida únicamente desde el centro capitalino. Yo vivo en Rosario, por lo que el libro busca descentralizar la producción y abarcar lo que sucedió a nivel provincial, regional y local. En ese sentido, pretende ofrecer una visión más amplia que la historia que habitualmente se escribe desde la capital. Además, hay un esfuerzo por no limitarse al análisis de la alta política, es decir, lo que ocurre en las esferas del poder estatal. También se busca comprender lo que sucede en la sociedad, a ras del suelo: la relación entre el régimen militar y la población, los comportamientos y actitudes sociales frente a la dictadura. En definitiva, el libro tiene la vocación de construir una historia integral. Sé que puede sonar ambicioso, pero esa es, en gran parte, la orientación que lo guió.