
La investigación científica en Argentina
OpinionEl 10 de abril se celebra el día del investigador científico. Y aprovechamos la columna de Sole Gori para abordar la investigación científica desde las universidades y su impacto en nuestra vida como sociedad.
“El 10 de abril es un día de celebración nacional pero también de celebración mundial, porque se conmemora el Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología, establecido en 1982 por la Conferencia General de la UNESCO. En Argentina, es el Día del investigador y la investigadora científica. Y es gracias a un argentino, nada menos que al doctor Houssay: médico, farmacéutico y galardonado con el Nobel. Justamente el primer Nobel de ciencia que tuvimos y esto en honor a él”, inició Sole.
“El doctor Houssay ha sido no solo galardonado sino que también fue uno de los que impulsó el crecimiento de la ciencia en el país, fue el que creó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, el CONICET. También la Asociación para el Progreso de las Ciencias, distintos organismos que funcionan justamente para el crecimiento de la ciencia y del beneficio. Decía: los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico/tecnológico y los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen, la ciencia no es cara cara, es la ignorancia”, refirió Sole.
“En Argentina hay más de 90.000 investigadores e investigadoras y aspirantes a investigadores-investigadoras, que serían los becarios y becarias. De esos, 21.000 son de Conicet y alrededor de 80 mil en otras entidades públicas y privadas. No es solamente el Conicet el único organismo que tiene investigación, porque están también las universidades públicas y privadas y otras entidades gubernamentales como INTA, INTI y CONAE”, enumeró la columnista.
¿Cómo estamos en el mundo? Argentina tiene 3,18 investigadores cada 1000 integrantes: si vemos el resto de los países de Latinoamérica estamos bastante bien hoy en día. Pero cuando vemos los países del primer mundo vemos que estamos muy por debajo: España, 6,28; Estados Unidos, 9,51; Alemania o Francia tienen más de 10.
Sole puntualizó: “Necesitamos no solo investigadores sino justamente proyectos a largo plazo que se puedan sostener. Y para eso necesitamos financiamiento: hay una ley de financiamiento que se aprobó en 2021”.
Ciencia y universidades. Sole se refirió a ese rol: “Sí o sí es excluyente tener una carrera universitaria para ser investigador. Cuando uno termina la carrera Universitaria, va empezando a buscar un lugar de trabajo, un tema que le interese, va buscando ese tema y va a escribir un plan: redactar un proyecto y postularse, por ejemplo, para una beca de doctorado, ese es el título académico mayor que tenemos dentro de los posgrados.