LA MISIÓN DE ANTI FAKENEWS
Entrevistas17 de febrero 2022Este domingo nos acompañó en Radio 10 la gran Sole Gori, columnista también en C5N para analizar cómo se comunica ciencia y el desafío de contrarrestar todas las falsas noticias que se potenciaron con la pandemia.
¿Cómo se formó esta comunidad anti fake news?
Me gusta que pueda visibilizarse, siempre que se pueda agrandar la comunidad es mejor. Esto nace con la pandemia, arranqué haciendo actividades de divulgación y me di cuenta la necesidad que había de información y de comunicar públicamente. La ciencia no tenía los espacios y los lugares que esta pandemia hizo que pudiéramos conquistar, somos muchos profesionales de la salud que estamos comunicando ciencia.
El proyecto nace con dudas que me llegaban, por ejemplo, cuando llegaron las vacunas fue inmenso el trabajo que tuvimos y entre colegas relacionados, casi todos a la ciencia de la salud, investigadores del CONICET, becarios del mismo, bioquímicos, biólogos, comenzamos a hacer un chequeo de noticias e información que nos llegaban. Desde un inicio lo hicimos con el CONICET, no tenía un grupo formado, y se lo llevamos porque nos parecía la mejor vía para trasmitir la información de una forma oficial. Así nace el proyecto que llegó a la plataforma “Confiar” desarrollado por Télam, ahí está nuestro contenido científico además de las redes sociales.
Lo que se hace es chequear información con evidencia científica, de alguna manera nos destaca tener esas herramientas para ver dónde buscar información, cuál, qué tipo de trabajo tiene esas evidencias, etc…
¿Los periodistas chequean la información antes de publicarla?
Hay de todo, está el involuntario que justamente por la rapidez y precarización que sufren muchos periodistas no tenían forma de chequear la información, pero también están los que mueven una noticia a propósito para generar indignación.
“El movimiento anti-vacuna se genera por un médico -que por interés económico- saca un trabajo donde relaciona vacuna con autismo, y al día de hoy es imposible en algunas personas hacerles entender que no hay evidencia científica para vincular la vacuna con el autismo. Sin embargo, se sigue repitiendo y es uno de los inicios de este movimiento, más que nada para desestabilizar la democracia”.
En torno a la pandemia, ¿en qué has notado mayor flujo de fake news?
La vacunación fue lo más fuerte, tiene que ver con gestión y política, fue álgido. Nosotros no estamos detrás de quiénes manejan esas malas informaciones porque sería imposible. Es una interdisciplina, tenemos gente del área de sociales que nos ayuda mucho con eso, trabajamos codo a codo con la Defensoría del Público en su momento para poder hacer recomendaciones a periodistas porque uno cree que puede haber desinformación en salud en muchos aspectos y de hecho ya existía de antes de la pandemia. Había categorías ya definidas, una es la de ciencias nocivas: son los falsos expertos, personas que tienen autoridad en la ciencia porque tienen algún título, pero terminan haciendo falacia de la autoridad.
¿Qué pasa con los anti vacunas?
El movimiento anti-vacuna se genera por un médico -que por interés económico- saca un trabajo donde relaciona vacuna con autismo, y al día de hoy es imposible en algunas personas hacerles entender que no hay evidencia científica para vincular la vacuna con el autismo. Sin embargo, se sigue repitiendo y es uno de los inicios de este movimiento, más que nada para desestabilizar la democracia. También están los que tienen un interés económico, por ejemplo, los que venden dióxido de cloro que desinforman, porque no es un tratamiento y nunca lo fue, tampoco es un medicamento: daña mucho más que el beneficio que puede darle a una persona, no podría pasar ninguna fase de prueba. El boca en boca también llega a dar informaciones erróneas, o nosotros cuando compartimos en redes sociales algo que nos gustó y no sabemos de dónde proviene. Muchas veces somos los propios desinformantes.