
La UBA señala el camino de la Inteligencia Artificial en español
OpinionEl especialista en innovación y comunicación digital, Mauro Berchi, pone en valor el Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Facultad de Derecho de la UBA (UBA – IALAB), que impulsa la transformación digital de organizaciones del sector público en toda América Latina.
Por Mauro Berchi
En 1930 Freud explicó brillantemente la ambivalencia de los avances científicos. En El malestar en la cultura lo expuso así: “nadie puede negar el enorme placer que produce, a un padre, escuchar la voz de su hijo a miles de kilómetros de distancia -el teléfono era la gran innovación de su tiempo- (…) pero si el ferrocarril o el barco transatlántico no hubieran existido, ese hijo no hubiera viajado tan lejos de su padre (…)”.
Sin embargo, cuando analizamos el impacto actual de la Inteligencia Artificial (IA) y las disrupciones que las mentes más lúcidas avizoran, queda claro que se trata de un fenómeno que nos pone frente a paradojas que ni el padre del psicoanálisis imaginó.
Por caso, la semana pasada hizo hincapié en el poder transformador de la IA el filósofo más importante de la actualidad, Yuval Noah Harari. En una entrevista concedida a El País (España) Harari explica que hoy día no está claro qué es, exactamente, el Ser Humano. Poniendo el foco en las transformaciones tecnológicas a las que asistimos, el célebre pensador israelí sintetiza nuestra existencia en el fluir de los datos, en el que el Yo es un procesador de información en permanente cambio.

El vértigo con que los sistemas digitales inteligentes modifican nuestra vida es tan frenético que incluso amenaza con irse completamente de las manos de la ciencia. Al punto de que a fines de noviembre se conoció un conjunto de principios y consejos en materia de ética en el uso de IA adoptados por primera vez en forma conjunta y unánimemente por los 193 Estados miembros del Consejo General de la UNESCO.
Por su parte, el Foro Económico Mundial pronostica que, el próximo año, el sector que motoriza la Cuarta Revolución Industrial creará 21 millones de puestos de trabajo cuya inserción será tan transversal como la tecnología que hoy hace que los algoritmos aprendan y tomen decisiones. Pero al mismo tiempo, advierten que, para 2025, los humanos y las máquinas se repartirán el trabajo en partes iguales.
En los planes geopolíticos de las principales potencias, estos datos no hacen más que confirmar multimillonarias inversiones en ciencia aplicada, porque saben que, con los convenientes matices, se trata de una carrera cuyo trofeo es una de las formas del poder que pretenden conquistar o mantener, según el caso.
Porque para desarrollar IA de calidad lo fundamental es la educación, y no hace falta una gran inversión en infraestructura, como lo requieren las tecnologías con componentes físicos.
Mientras tanto, en esta porción del mundo signada por históricos problemas estructurales, aun debatiéndonos entre temores y esperanzas, es imposible negar el devenir de los avances científicos y tecnológicos motorizados con IA.
Como respuesta, con mucho de inventiva y sacrificio para contrarrestar las habituales desventajas, el Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Facultad de Derecho de la UBA (UBA – IALAB) impulsa la transformación digital de organizaciones del sector público en toda América Latina. El último mojón en su lista de logros es el desarrollo de Tucuy Ricuy, un software que automatiza la acción policial y judicial de Perú con el propósito de combatir el aumento de más de 1100% en los casos de violencia contra las mujeres.
La nave insignia de la IA en habla hispana
La programación del software para la nación andina va de la mano con la reciente publicación del Tratado de Inteligencia Artificial y Derecho editado por Thomson Reuters. Coordinado por Juan G. Corvalán, Director del Laboratorio, la obra traza una línea en materia de divulgación de la IA, y permite tener noción de cómo estamos parados a nivel regional.
Con la colaboración de 77 autores, ya en la introducción de la obra (que consta de 3 volúmenes y 1750 páginas) Corvalán señala que el hecho de que la IA sea incorpórea juega a favor del desarrollo de esta tecnología en América Latina, en aspectos como la creciente autonomía de los programas informáticos y su mayor capacidad de aprendizaje (lo que se conoce como Machine Learning).
Al mismo tiempo, es esa condición inmaterial de la IA la que -a diferencia de la robótica, internet de las cosas y vehículos autónomos, por caso- nos permite ver, desde latitudes siempre relegadas, una luz al final del túnel, en el marco de la economía del conocimiento. Porque para desarrollar IA de calidad lo fundamental es la educación, y no hace falta una gran inversión en infraestructura, como lo requieren las tecnologías con componentes físicos.
Por eso, la UBA junto con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) lanzó, el año pasado, una batería de cursos a distancia a los que se accede con beca del 100%. Según los últimos números, el mismo laboratorio que Corvalán dirige habrá formado, para diciembre de este año, unos 5000 profesionales que sean capaces de trabajar en ámbitos vinculados con IA como programación, Big Data, salud digital, data governance e incubación de proyectos.
Educación de calidad para innovar con sensibilidad humana

El constante esfuerzo realizado desde la universidad que ocupa el primer puesto de Iberoamérica según el ránking QS, está orientado a innovar tecnológicamente en áreas sensibles para la sociedad, como la Justicia.
Por eso la Corte Constitucional de Colombia utiliza PretorIA, un software predictivo y automático de gestión de la información creado por el UBA IALAB, que constituye un verdadero hito mundial porque es el primer sistema inteligente implementado en la máxima instancia judicial de un país.
Ver el modo en que PretorIA procesa información permite comprender la dimensión del cambio que se produce en el andamiaje institucional de una Estado Nación, cuando se aplica tecnología disruptiva diseñada por expertos en equipos multidisciplinarios. La Justicia colombiana pasó de recibir a diario 8000 expedientes en paquetes de papel, a filtrar centenas de documentos digitales y resolver tutelas en cuestión de minutos.
Para principios del 2022 se espera que Perú pueda comenzar a utilizar su sistema informático inteligente. Con él, las autoridades aspiran a combatir en forma efectiva la tremenda escalada de violencia contra las mujeres que, en no pocas ocasiones, mueren esperando que la Justicia tome decisiones a tiempo.
Así pues, si bien las paradojas del avance científico son palpables, más acuciantes son las postergaciones que se experimentan en esta parte del mundo. Cuando la innovación tecnológica va de la mano con el humanismo, es como si volviéramos a frotar maderitas con la ilusión de ver, cuanto menos, una chispa.
Otro programa pionero a nivel mundial
El Consejo Económico y Social (CES), en conjunto con el Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Buenos Aires (IALAB), lanzó el Programa Multidisciplinario de Formación Básica en Datos e Inteligencia Artificial, un curso de capacitación pionero a nivel mundial para formar a 5000 dirigentes gremiales en Inteligencia Artificial (IA).
La presentación del programa se llevó a cabo el miércoles 15 de diciembre, en el Teatro Nacional Cervantes, previo al evento de cierre de año del CES, con la presencia de la Juventud Sindical, una organización integrante de la Confederación General del Trabajo (CGT).
“Hoy vivimos una paradoja: hay más puestos de trabajo ofrecidos en IA, que trabajadoras y trabajadores capaces de cubrir esas vacantes”, dijo el secretario de Asuntos Estratégicos y Presidente del CES, Gustavo Beliz, en la apertura del encuentro. “Este programa tiene esa principal misión: cubrir el bache de capacitación en materia de IA”, agregó.
Para tal fin, el IALAB pondrá a disposición un campus virtual con un curso inicial de 50 horas de formación, que luego se extiende a 600 horas para quienes quieran continuar capacitándose. Según Beliz, el objetivo es lograr un “nuevo pacto social tecnológico” en la Argentina, mediante la utilización de la “Inteligencia Artificial para la justicia social”. El presidente del CES pidió que los dirigentes sindicales sean “capaces de soñar un modo que incorpore a estas tecnologías para el bienestar de los trabajadores”.
Antes del inicio de la clase introductoria en IA, Beliz repasó los ámbitos donde ya se está utilizando esta tecnología en el país (trenes, Justicia, asistentes virtuales, comercio electrónico, logística, agricultura y ganadería, entre otros), y planteó los “riesgos y desafíos” que se avecinan, como la creciente polarización de los ingresos entre quienes reciben capacitación en IA y quienes no acceden a la formación básica. “Hay que dar un salto de calidad mediante la capacitación y una alianza entre el capital y el trabajo para promover un adecuado bienestar de los trabajadores”, indicó.
Luego de repasar los conceptos básicos introductorios a la IA frente a jóvenes sindicalistas de todo el país, el co-director del IALAB, Juan Corvalán, y la investigadora internacional, Elsa Estévez, remarcaron la necesidad de la convergencia entre tecnología y formación profesional, sin descuidar el aspecto humano del trabajo en conjunto. “Cuando vemos a las máquinas que hacen cosas, tenemos que tener en claro que no son seres biológicos, aunque sean programadas por humanos. Por eso, el futuro de los trabajadores y trabajadoras tiene que ser de los seres humanos que se ayudan con las máquinas”, señaló Corvalán.
“En muchos foros se habla de las brechas en IA”, dijo Estévez. “Hoy ya se ven las diferencias entre los países desarrollados y los países de la región. Si la IA no se utiliza adecuadamente, y si el país no prepara a su talento humano para poder beneficiarse de ella, se pueden crear aún más brechas que las que tenemos hoy en día”, alertó.