“Las emociones modulan la fuerza de la memoria”
Entrevistas12 de julio 2022El neurobiólogo Alejandro Delorenzi, director del Laboratorio de Neurobiología de la Modulación de la Memoria en la Facultad de Exactas de la UBA, comentó en Radio 10 un reciente estudio que realizaron y en el que concluyeron que las emociones «pegadas» a un recuerdo generan sentimiento semejante al evocarlo y afectan la memoria.
¿Algo se activa cuando recordamos algo del pasado y que no tenemos presente, hay algo de esto en la investigación?
Lo que nosotros sabemos es que las emociones están ligadas con las memorias. Descartes habló mucho de eso y hay algo en particular que las emociones modulan la fuerza de la memoria, lo que en el estudio mostramos es que éstas -una vez que las reactiva- pueden cambiar algo de su contenido, nosotros lo llamamos re-consolidación de una memoria: mostramos que si una memoria se recuerda y luego sucede un estrés, esa memoria puede mejorar o empeorarse, la emoción queda pegoteada y lo que vuelve a decir es que la memoria es más fuerte o débil. Es muy posible que esté agregado a ese pliegue de la traza de la memoria.
¿Nos puede contar la experiencia de la cubeta de hielo?
Le mostramos a los individuos una lista básica, cuando al tiempo reactivamos la memoria, con un proceso muy leve de estrés -sumergiendo el brazo en agua con hielo- días después los volvemos a evaluar y tienen peor memoria y muestran evidencia que ese estrés lo viven el día que se evaluaron. Esta memoria neutra queda pegoteada a los estímulos emocionales que la rodean.
“Nuestras memorias no son sistemas de fotografía, es muy probable que reconstruyamos experiencias y las vayamos modificando”.
¿Por qué uno queda apegado a algunos recuerdos?
Varios pensadores decían que las memorias son útiles, pero a veces se ponen dañinas. Nosotros trabajamos en animales humanos y no humanos, hacemos experimentos con cangrejos que van y vuelven con un estímulo de peligro y hay algo sorprendente: todo animal bilateral aprende y la emocionalidad juega un rol importante en que memoria va a ser de largo término y cuál no. Los animales seleccionamos los recuerdos.
La emoción es como nuestro cerebro y las áreas comprometidas en lo que se almacena, la memoria va a cambiar cuando uno vive un evento y se emociona, eso va a determinar la fortaleza de esas memorias en el futuro.
Nuestras memorias no son sistemas de fotografía, es muy probable que reconstruyamos experiencias y las vayamos modificando.
La investigación que fue publicada en Neuro-ciencia me imagino que tuvo repercusión en el entorno científico.
Sí, en esto que nosotros proponemos que es la fuerza de la memoria es un montón, la esencia final no se entiende. El gran desafío es jugar con estas emociones y ver cómo podemos empezar a tener más evidencia revirtiendo estos efectos emocionales.
La idea es que no es la memoria en sí misma la que ejerce la acción sino las emociones que se están desplegando para que las emociones se expresen o no, a veces los cerebros de los animales bilaterales se reactivan, pero no se expresan. Sin embargo, hay evidencias de que las memorias se activan en el cerebro y luego vuelven a aparecer.