“NECESITAMOS QUE LAS MUJERES QUE HACEN CIENCIA SE INSUBORDINEN”
EntrevistasEntrevistamos en Radio 10 a Dora Barrancos, investigadora principal del Conicet y referencia de mujer científica. Charlamos sobre la necesidad de valorar el género en el área.
¿Has notado un cambio sobre la valoración de mujeres y niñas dentro de la ciencia?
Creo que la resolución deviene de un reconocimiento acerca de los cambios que se están dando de manera mucho más acelerada en la última fase del siglo pasado y comienzo de este siglo. Efectivamente, hubo transformaciones muy importantes, sobre todo en lo que sería la demografía más intensa, mayor presencia de mujeres en los ámbitos académicos y científicos, en la tecnología todavía hay una gran rémora. En general, se asistió en el mundo a una más rigurosa presencia de mujeres en la vida científica y tecnológica y este es el reconocimiento que ocurrió.
Esas transformaciones no son parejas, en el mundo hay mucha disparidad. América Latina es poderosamente desigual, pero al mismo tiempo es el área donde -en general- tenemos mejores datos de la participación de mujeres: Argentina está en un lugar privilegiado respecto del número de mujeres, la diversidad y disciplinas en las que están incluidas, pero hay mucha mujeres en nuestro sistema científico que no han conseguido el reconocimiento necesario en sus carreras, todavía en el CONICET es mayoritario el número de mujeres están ocupando los niveles más bajos de la pirámide.
Hay un aumento notable de la participación de las mujeres en general, en todas las disciplinas, pero la que más mujeres congrega es en biología y todavía no tenemos una suficiencia de investigación de por qué las mujeres están siendo importantes en todas las ramas de la biología principalmente en la molecular, esto también debemos conmemorarlo. De todas maneras, tenemos un déficit muy grande en las llamadas ingenierías y por qué les cuesta tanto un reconocimiento en el sistema.
Tenemos un fallo muy importante en el trabajo de las mujeres, pero estamos concentradas en las partes bajas de las pirámides y al mismo tiempo necesitamos que haya una gran afluencia de ellas, sobre todo en las tecnologías llamadas duras como la ingeniería mecánica.
“Esas transformaciones no son parejas, en el mundo hay mucha disparidad. América Latina es poderosamente desigual, pero al mismo tiempo es el área donde -en general- tenemos mejores datos de la participación de mujeres: Argentina está en un lugar privilegiado respecto del número de mujeres”.
¿Para ser científico hay que ser brillante y eso está ligado al varón?
Este es un concepto patriarcal, es un insensato, irracional, obviamente tenemos que evocar algo que no se nos puede perder de vista. En el siglo XIX, la propia ciencia decía que la inteligencia femenina era de segunda categoría. Hubo que hacer muchísimo para desarticular esto, pero increíblemente hay cierto mal sentido común. El problema es estrictamente de oportunidades y géneros, los varones están mejores posicionados. Todo esto está cambiando porque la susceptibilidad de las más jóvenes no es la misma de hace 40 años atrás, es una buena oportunidad para relatar que para muchas mujeres había una concreta inconciencia respecto de su discriminación. Hay algo desde el punto de vista valorativo de la ciencia que hace pensar que ésta, es tan objetiva que no puede recurrir a reivindicaciones subjetivas. Ya no se puede tolerar una falta de observación de la discriminación incita que tienen los modelos sobre todo asociados a laboratorios y reconocimientos.
¿Sentís que ha mutado tu percepción?
Quiero aclarar algo, ni tornarme feminista, ni darme cuenta de la gran asignatura que me faltaba dentro del campo de mis posiciones, muy ligadas a la justicia básica en todos los segmentos de la vida: hacia los 40 años me di cuenta lo que pasaba, he narrado muchas veces las circunstancias, la rúbrica.
La catalogación de feminista es lo de menos, lo que importa es el estado de suficiencia insubordinada. Estamos necesitando esas conductas que ya han aparecido, que las mujeres que hacen ciencia se insubordinen respecto de los sistemas de sometimiento o acatamiento, esa cuestión es fundamental, discutir la autoría.
Tenemos que hacer algo razonable, le falta razón al conocimiento científico, vertebrado en aspectos discriminantes.