
Todo lo que dejó la visita del rector UNR al Papa
EntrevistasEl rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, fue recibido hace unos días por el Papa Francisco. La guerra, el negocio de las armas y la trata de personas, algunos de los temas que abordaron. El rector rosarino nos contó sobre las novedades de la universidad de cara al segundo semestre del año, ligado a los temas que conversó en Roma. Una entrevista profunda en Radio 10.
¿Cuáles fueron las sensaciones luego de este primer encuentro con el Papa?
Fue una experiencia muy fuerte, son situaciones que se producen muy pocas veces en la vida, interesante, extraordinaria desde el punto de vista institucional. Estar con una figura de la magnitud del Papa para conversar por algo tan importante para nuestra universidad, es difícil escribir en palabras la sensación que genera un encuentro de esas características.
¿Les conmovió la lucidez que tiene el Papa para tratar temas de interés?
Llama poderosamente la lucidez y la gran atención de la agenda global que pudimos trasmitir, tiene contactos con líderes muy importantes, los aborda. Fuimos a Roma para presentar un libro que publicó la editorial de nuestra universidad que originalmente fue escrito por un protestante y publicado en la imprenta del Vaticano, que cedió los derechos a la Universidad Nacional de Buenos Aires para hacer la edición en español: el libro trata sobre el papado de Francisco y su aporte en términos ecuménicos a la humanidad.
Tuvimos la oportunidad de compartir otro tipo de preocupaciones, vi a un Papa angustiado por la situación global, la guerra, el tema ambiental, tratar de promover el cuidado de nuestro planeta y particularmente hablamos del programa de la esperanza, la promoción de la cultura de la paz que naturalmente para una universidad como la nuestra es una agenda presente y urgente. También hablamos sobre la situación de la provincia de Rosario y Santa Fe, me llamó la atención el nivel de conocimiento que tenía con respecto a la seguridad pública, explicamos nuestro aporte para revertir la situación, tomamos de Francisco el compromiso de oración que es una especie de abrazo por la situación que atraviesan estas provincias, pero también tener acciones que permitan que la universidad haga una estrategia de intervención colectiva para poder trabajar de manera más concreta.
¿Por qué es tan importante la obra de Marcelo Figueroa en estos tiempos?
Es un gran libro, compartimos el viaje, conoce mucho a Francisco, hace un abordaje complejo y sensible del aporte de nuestro Papa. Tuvo la generosidad de compartir con la universidad su publicación en español, en el texto hay una línea que atraviesa la lectura, hace de la palabra y el encuentro una situación que nos saque de la violencia y paradigmas que interpelan a la universidad pública.
En la lógica de un encuentro de paz, las universidades tienen un rol de compromiso para generar y cambiar a la sociedad, la gente espera ese aporte de nuestra institución. Pasa con la cuestión ambiental, Francisco alza la voz para poner en evidencia el cuidado del planeta.
¿Qué puede aportar la Universidad Pública para mejorar la violencia de estas provincias?
Por supuesto no tenemos competencia directa en la planificación de las políticas públicas, hay órganos competentes y es lo que estas provincias vienen reclamando a gritos, hay que atender con celeridad y urgencia estos temas.
Es un problema complejo de carácter federal, pero todo se mejora con buena educación y pública, ahí está la llave a mediano y largo plazo. La universidad tiene mucho para hacer, cuando hay un tema de agenda pública, la universidad tiene que direccionar todos sus esfuerzos a dar cuenta de ese problema y eso es:
- Formación de recursos humanos.
- Producción de conocimiento e investigación.
- Desarrollo científico y transferencia.
- Compromiso social.
Hoy estamos poniendo en marcha una licenciatura de seguridad pública que va a arrancar el año que viene en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas para la formación de recursos humanos. Estamos destinando presupuesto propio de la universidad para una convocatoria específica de proyectos de investigación y de línea de desarrollo científico vinculadas a la seguridad pública para que lo generado en la universidad tenga un impacto de transformar la situación que hoy tenemos y también estamos haciendo evidente el compromiso social de la universidad coordinando por la paz organizaciones e instituciones de la ciudad de Rosario, pero también haciendo nuestro aporte por cada iniciativa convocada.
¿Hubo un encuentro para realizar un acuerdo con la Universidad de Bolonia?
El encuentro con el Parlamento y el de Nápoles fue muy importante, venimos trabajando con una política que ha desarrollado mucho el sistema universitario argentino en los últimos años, en particular con el Ministerio de Educación y la Secretaría de Políticas Universitarias con la proyección e internalización de nuestras universidades. Ya no se puede pensar al sistema universitario argentino aislado de las redes, tiene que haber una política de inserción, requiere darle formalidad a los contactos con una cobertura de carácter internacional.
En Nápoles firmamos un convenio de doble titulación en el área de relaciones internacionales, también lo hicimos en materia de traductorado junto con la Universidad de Bolonia. Es una carta de presentación de Argentina ante el mundo.
Nuestro país tiene un problema estructural: si hay un capital construido por la sociedad argentina que tenemos que cuidar es el de la educación pública y el sistema científico tecnológico, porque no hay un país con nuestro sistema. Hay que seguir cambiando la universidad para que cumpla su misión, pero debemos reconocer que nuestra universidad es muy buena.
¿Hay preocupación por el deseo de arancelar la universidad?
Son recurrentes, van contra la historia misma de nuestra universidad, somos consecuencia de la reforma universitaria y de la decisión de la gratuidad del 1949. Tenemos que promover reformas universitarias, hay acuerdos en esa agenda, pero sobre la base de los principios de nuestra universidad pública. Si hay algo bien consolidado son los principios y la sociedad argentina que resguarda y preserva a la universidad, hay que ser muy inteligentes para realizar cambios.
Hay que exigir a quienes aspiran un puesto en nuestro país para que prioricen presupuesto para la educación pública.