
“Estudiamos si está cambiando nuestro reloj biológico”
EntrevistasEl biólogo Leandro Casiraghi charló en Radio 10 sobre estudios realizados a las comunidades Toba y Qom sobre cómo impactan los ciclos lunares en el sueño. Cómo se traslada a otras sociedades.
¿Qué relación encontraron entre la luna y el sueño?
Es algo que se viene discutiendo en la ciencia biológica desde un montón de tiempo. La luna es algo que es deslumbrante desde los principios de la civilización humana, con lo cual hemos tratado de ponerle efectos por todos lados. En la biología hasta hace poco tiempo todo eso no era mitología pero era más bien esotérico. Nuestro laboratorio hace este trabajo desde hace muchos años, su director -que es Horacio Iglesias- es un investigador argentino egresado de la UBA en Ciencias Exactas, y había comenzado a trabajar con comunidades Qom en el norte de la Argentina. Estudió cómo el acceso a la electricidad afectaba al sueño y lo que los Tobas nos contaban todo el tiempo es que muchas veces en las lunas llenas salían a cazar, a pescar o encontrarse con familias cercanas. Así es como empezamos a ver a qué hora y cuanto dormían los Tobas dependiendo del ciclo de la luna. Lo que pasó es que rompió un poco nuestra hipótesis: cuando la luna está llena, es muy brillante y obviamente mantiene a la gente más despierta, ilumina tanto que hasta se puede leer un libro con la luz (nos pareció lógico). Sin embargo cuando empezamos a ver los datos nos dimos cuenta que alrededor de la luna llena no estaba ese efecto, sino que ese efecto estaba en los días anteriores a la luna llena y esto nos llamó mucho la atención. Al analizar los datos empezamos a interiorizarnos en el ciclo de la luna y encontramos algo muy particular: como la luna sale más tarde cada día, alrededor de 50 minutos, después de la noche de la luna llena el sol se pone y todavía faltaba un rato para que salga la luna y nos dimos cuenta que en ese rato hasta que la luna salía los Tobas se habían ido a dormir, por más que la luna saliera y fuera brillante ellos no la veían. No les servía para salir, pero en vez la semana anterior una vez que el sol se ponía la luna ya estaba brillando sobre el horizonte y ellos podían seguir de largo y haciendo sus actividades afuera y eso hacía que fueran a dormir más tarde.
Como la luna sale más tarde cada día, alrededor de 50 minutos, después de la noche de la luna llena el sol se pone y todavía faltaba un rato para que salga la luna y nos dimos cuenta que en ese rato hasta que la luna salía los Tobas se habían ido a dormir, por más que la luna saliera y fuera brillante ellos no la veían.
Eso en los Tobas… ¿pero qué pasa con otras sociedades?
La luna es brillante y renovante cuando no se tiene luz eléctrica, nosotros estamos trabajando con comunidades que viven en el norte formoseño, completamente aisladas. No tenían nada de luz eléctrica y muchas veces ni siquiera tenían linterna. Dijimos, esto va a ser relevante en estas comunidades pero en las afueras seguramente no. Había una comunidad Toba que vivía en un pueblo con luz eléctrica las 24 horas del día, pero aún así se iban a dormir más tarde y dormían menos en estas noches anteriores a las lunas llenas. Es decir, si a estas comunidades que también viven en un lugar urbanizado les pasa, fuimos a datos recolectados por estudiantes de la universidad de años e identificamos exactamente el mismo patrón de sueño y nos dejó shockeados, como que teníamos que repensar toda nuestra teoría. Entonces pensamos que para los seres humanos que vivían hace miles y miles de años era muy relevante y evidentemente algún tipo de mecanismo nos quedó que nos permite aprovechar esas lunas.
¿Se viene algún otro tipo de revelación, en que profundizan?
Evidentemente si la luz eléctrica está en todos lados y es más brillante que la luz de la luna, no es solo la luna lo que nos está haciendo esto, hay algo más, un estímulo más del ciclo lunar que nos esta afectando y nuestra pregunta es: ¿Qué es ese estímulo? y ¿Cuál es el significado de nuestro reloj biológico?, ¿se está moviendo? O simplemente nos cansamos menos ciertos días del ciclo lunar o nuestro cerebro la propensión de dormir o no dormir está cambiando. Ese es nuestro próximo desafío.