“La crisis pegó más fuerte en municipios del Conurbano con empresas de vieja industrialización”
Entrevistas25 de mayo 2021El compilador del libro “Conurbano bonaerense en pandemia” de la UNGS explicó en Radio 10 los efectos socio-económicos de la crisis sanitaria en la vida del área del AMBA.
¿Qué es lo más importante de la investigación que realizaron?
El proyecto sigue vigente, con lo cual el libro que pudimos publicar dio cuenta un poco de lo que fue el escenario hasta el 2020. La idea fue analizar la pandemia como un hecho social complejo, con múltiples aristas, por eso trabajamos con una primera parte que analiza las condiciones de vida y de los hogares y la estrategia de los actores, sobre todo en los barrios populares del Conurbano bonaerense. Después hay otro eje que tiene que ver con la problemática en la producción y el trabajo, que tiene que ver con las capacidades estatales para dar cuenta de lo que fue la asistencia social, la salud y la seguridad en el marco del conurbano bonaerense.
¿Y qué alcance tuvo?
En términos generales el proyecto lo que dio cuenta es que indudablemente la pandemia impactó en un escenario socioeconómico bastante complejo, sobre todo por la etapa macrista anterior, con lo cual profundizó el nivel de desigualdad y complejidad existente. Por otro lado, fue clave la intervención estatal para mitigar un poco el impacto que tuvo sobre todo en la primera etapa del aislamiento, donde el Estado salió fuertemente a asistir. Ya lo venía haciendo con todo lo que tiene que ver en la cuestión alimentaria, de ahí la problemática de ingresos con el IFE en donde tuvo una extensión muy fuerte en gran parte de los municipios. También un instrumento clave fue el ATP, sobre todo en los municipios más fuertes a nivel productivo, San Martín, Tres de Febrero, Malvinas Argentinas, que son municipios que tienen una trama industrial muy importante y se sostuvo ahí el empleo formal.
En el eje productivo, ¿qué vieron y qué no vieron?
En términos generales, hay una diversidad de situaciones fuertes. Las empresas que venían con cierto desarrollo previo, tenían más capacidades ya que pudieron afrontar mejor el parate de actividades. Ahora, el escenario fue en una primera parte de un tercio de las actividades funcionando sobre todo los sectores más esenciales, lo vinculado con las industrias alimenticias y vinculado con el sistema de salud en general. Lo que se empezó a dar es la apertura gradual, en la medida que la pandemia lo empezó a permitir, del desarrollo de otras actividades. A fin de año, (septiembre, octubre), la mayoría de los sectores productivos venían funcionando con impactos muy distintos, según el sector de actividad y tipo de empresas. Los que tenían mayores capacidades pudieron resistir mejor el embate y otros tuvieron más dificultades para dar cuenta del escenario. Fue muy importante la intervención de los municipios para desarrollar los protocolos al interior de los establecimientos y hubo una acción muy articulada también en algunos casos con los sindicatos para permitir implementar los protocolos y también todo lo que tuvo que ver con la bajada de instrumentos de política para la Nación y la Provincia de todo el sector productivo.
“En la zona sur como Lanús, Avellaneda, San Martín y parte de la Matanza son más golpeados variando por rubro de actividad. Los esenciales y las empresas que estaban en mejores condiciones fueron los que pudieron seguir con las actividades y afrontar más fácilmente la crisis”.
¿Cuál fue dentro del sistema productivo, qué actividades se complicaron y cuáles fueron las que pudieron sostenerse?
Las empresas alimenticias pudieron tener una situación mejor desde el principio porque estuvieron funcionando, fueron sectores esenciales, también algunas industrias que tenían que ver con insumos para el sistema hospitalario o para los sectores de salud en general. Empresas textiles se reconvirtieron para desarrollar desde barbijos hasta camisolines. Hubo procesos de reconversión exitosos porque también tuvieron apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología y otras instancias de apoyo a nivel productivo, en cambio sectores que tuvieron que bajar su actividad estuvieron mucho más afectados, tanto a nivel industrial como comercios que tuvieron que cerrar y se vieron afectados.
¿Se ve más por área productiva que por tamaño?
Tiene que ver sobre rubro de actividad y tamaño de empresa, el tamaño es una variable importante a considerar porque las empresas más pequeñas tuvieron más dificultades, también a nivel regional impactó más fuerte en municipios de vieja industrialización donde los procesos de trabajo como las capacidades de las empresas para reconvertirse o tratar de afrontar la crisis fue más difícil, vimos impactos fuertes en estos municipios de vieja industrialización de zona sur y noroeste de la provincia donde la cuestión sectorial y el tamaño de empresa influyó.
¿Qué es de vieja industrialización?
En la zona sur como Lanús, Avellaneda, San Martín y parte de la Matanza son más golpeados variando por rubro de actividad. Los esenciales y las empresas que estaban en mejores condiciones fueron los que pudieron seguir con las actividades y afrontar más fácilmente la crisis. Igual impactó en términos de empleo porque hubo suspensiones y reducción de personal, pero con el ATP, con los distintos instrumentos a tasa subsidiada del Estado Nacional y el programa de provincia pudieron contener el desempleo en el trabajo formal. Lo más tocado fue el empleo informal, lo no registrado que con el aislamiento de la primer etapa un poco en septiembre y octubre, la situación se revirtió pero se perdieron más de 1.100.000 empleos de este sector informal. Fue un impacto fuerte sobre los empleos no registrados.