La UNCUYO avanza contra el dolor crónico de pacientes
Entrevistas9 de febrero 2023Investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo y del CONICET descubrieron que los blancos terapéuticos evaluados para el tratamiento del dolor crónico se modifican durante la vida. Los datos cambian los paradigmas actuales y muestran que las drogas que se utilizan actúan diferente en jóvenes y en adultos mayores. Lo charlamos en Radio 10 con Cristian Acosta, profesor e investigador independiente del Conicet y director de la investigación sobre los blancos terapéuticos del dolor.
¿Podemos definir que sería un dolor crónico?
Cualquier dolor que una persona experimente que dure intermitente o continuadamente por 3 meses o más se considera un dolor crónico.
¿Qué descubrieron a partir del análisis de los blancos terapéuticos?
El paradigma fundamental de la industria farmacéutica es tener una pastilla para tratar todos los males como si el dolor fuera el mismo según edad y persona. Eso sería lo ideal, pero esas terapias fallaron. Nuestra investigación pre-clínica mostró que hay una base celular, molecular y fisiológica detrás de ese fallo terapéutico, uno puede imaginar que el blanco es algo a lo que uno puede dirigir o diseñar su medicina con la intención de tratarlo, regularlo, controlarlo y tratar el síntoma.
¿Qué pasa con los pacientes con fibromialgia y nosofobia?
La fibromialgia es muy compleja, no tenemos nada para tratarla efectivamente, en algunos pacientes algunas terapias que son ensayo-error van mejorando, pero no es permanente y es impredecible. No hay algo que lo produzca que sea obvio, no se sabe cuándo ataca y puede ser en cualquier lugar, cada uno de mis pacientes con dolor va a ser único, es una medicina personalizada.
Si tratamos al paciente interdisciplinariamente, podemos tener una idea si lo que le pasa es fisiológico o parte del círculo vicioso que el individuo siente y comienza a aislarse. Se va invisibilizando, esto deriva en ansiedad y depresión, la dimensión es fisiológica y social. El componente afectivo-emocional es muy importante.
“El paradigma fundamental de la industria farmacéutica es tener una pastilla para tratar todos los males como si el dolor fuera el mismo según edad y persona. Eso sería lo ideal, pero esas terapias fallaron”.
Ahora están en el período pre-clínico, ¿cómo se continúa?
La siguiente fase ya la iniciamos, identificamos las moléculas que tienen que ver con la producción del dolor y sabemos cuáles son más abundantes en personas mayores o de menor edad. Lo que estamos haciendo ahora es evaluar si utilizando drogas que hacen blanco sobre estas moléculas. Logramos un efecto de alivio mayor en personas jóvenes y con la otra en personas mayores, todo esto lleva mucho tiempo. En términos generales, la evaluación de una nueva sustancia se realiza en personas sanas, jóvenes, blancas y hombres, eso le da un sesgo enorme a la investigación.
¿La automedicación tiene que ver?
En general, como consejo le dicen no auto-medicarse, esto funciona con una inflamación. Los médicos siempre tienen que considerar que el dolor con el que se presenta el paciente para él es lo máximo, hay una tarea importante de educación en los profesionales que tratan a los pacientes para que no se sientan ignorados en su síntoma. Si sienten eso recurren a la automedicación, al final las estrategias estas fracasan.