“Las ciudades inteligentes deben ser menos desiguales, más prósperas y más amigables con el ambiente”
Entrevistas29 de septiembre 2020La Directora Nacional de Desarrollo Tecnológico e Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación charló en exclusiva con Desde el Conocimiento sobre los desafíos de las tecnologías 4.0 y sus potencialidades para lograr ciudades más sustentables e inclusivas. La agenda de una Dirección que valoriza la articulación entre Estados y empresas.
¿Cuál es la agenda prioritaria de la Dirección?
En la actualidad nos encontramos retomando la agenda pre-pandemia – que de alguna manera habíamos puesto en pausa en el marco de la emergencia – y estamos adaptándola a este contexto de “nueva normalidad”. Las actividades de la Dirección fueron encuadradas en cuatro áreas: (1) el apoyo al sector productivo y vinculación tecnológica, (2) relanzamiento de la red de centros de servicios tecnológicos, (3) apoyo al emprendedorismo de base científico-tecnológica y (4) la promoción de las tecnologías 4.0. Esta última es un área que consideramos de manera transversal al resto. En este sentido, impulsamos acciones orientadas a la difusión de las tecnologías 4.0 enmarcadas en lo que se denomina Industria 4.0 o manufactura avanzada. Esta mirada innovadora respecto de la organización de la producción, se centra en la gestión de grandes volúmenes de información y conexión en tiempo real, a través de diferentes tecnologías como internet de las cosas, big data, inteligencia artificial, tecnologías inmersivas, computación en la nube, impresión 3D, entre otras. Lo novedoso de este enfoque es la posibilidad de combinarlas e integrarlas a partir de los avances que se han alcanzado en materia de conectividad y procesamiento de mayores volúmenes de información. Lo cual tiene el potencial de contribuir sustancialmente a la productividad y competitividad de las Pymes, dos grandes desafíos de nuestro sector productivo. Es importante destacar que el camino que recorramos en este sentido, debe tener como punto de partida las capacidades y características particulares de nuestro entramado productivo.
¿Y qué se está realizando en ese sentido?
Desde la Dirección nos concentramos en apoyar y promover el desarrollo tecnológico y la innovación, acercando estas tecnologías y sus potenciales alcances a las empresas mediante la sensibilización y vinculación tecnológica. Es decir, haciendo una suerte de extensionismo tecnológico 4.0. Volcamos nuestros esfuerzos en acercar las capacidades de gobiernos e instituciones científicos-tecnológicas locales al sector productivo. Nos proponemos ser una especie de catalizadores de relaciones y acciones, potenciando dichas capacidades y conocimiento presentes en el territorio y acercando soluciones y nuevos actores también. En este marco surgió la idea de abordar estas tecnologías por verticales, como por ejemplo ciudades inteligentes, logística y transporte, salud, petróleo y gas, por nombrar algunas.
¿Qué proyectos aceleró la pandemia?
Vimos que las soluciones asociadas a las tecnologías 4.0 podían aportar un diferencial para las administraciones municipales en este contexto, como también para las actividades que desarrollamos a diario en la mayoría de los ámbitos de nuestras vidas. En cierta manera, podríamos considerar a la aceleración de la digitalización como una externalidad positiva de la pandemia, dado que estos desarrollos tecnológicos también pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en diferentes dimensiones más allá de la sanitaria, como la social, ambiental, logística, educativa, económica, etc.
Bajo esta premisa, hemos trabajado con la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Buenos Aires y conformamos un espacio de dialogo entre el Estado, el sector productivo y las instituciones del sistema científico tecnológico. Convocamos a los municipios de Baradero, Bolívar, Zárate, Mercedes y Guaminí y a algunas facultades regionales de la Universidad Tecnológica Nacional como la de Bahía Blanca, Delta y Trenque Lauquen, la UNNOBA y la Universidad Nacional de San Martín. Y para completar el triángulo de Sábato, convocamos a representado del grupo 4.0 de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) y organizamos un ciclo de tres encuentros donde se abordaron problemáticas urbanas de índole municipal y las respuestas que pueden ofrecer estas tecnologías.
¿Cómo se dieron esas experiencias?
Primero presentamos un marco conceptual con la participación de la Universidad Nacional de San Martín. Luego hicimos un encuentro para visibilizar las capacidades científico–tecnológicas existentes en la provincia del cual participaron los Laboratorios de Acústica y Luminotécnica y de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Software y Sistemas de Información, donde se presentaron algunas de estas problemáticas desde la perspectiva de las ciencias sociales y posibles soluciones (más bien técnicas) vinculadas a luminaria. En el último encuentro, el sector electrónico mostró desarrollos para la gestión administrativa y de servicios públicos que permiten tener registro de estadísticas, detección de anomalías, alarmas medio ambientales, soluciones vinculadas a entornos de trabajo, flujo de ingresos y egresos de personas, calidad del aire, etc. Este último encuentro, permitió dar cuenta de que algunas empresas nacionales ya empezaron a conformar la oferta de soluciones basadas en estas tecnologías.
¿Cómo aportan estas tecnologías a los desafíos de las ciudades inteligentes?
Además de las soluciones meramente técnicas, existen una multiplicidad de dimensiones en donde las TIC y la Internet de las Cosas (por mencionar algunas de estas) pueden jugar un papel transversal contribuyendo a estrategias que tengan como objetivo la conformación de ciudades menos desiguales, económicamente más prósperas y más amigables con el ambiente.
En este sentido, hay muchas soluciones que mejorarían la calidad de vida de los ciudadanos, en particular en el sector salud, como ya se evidenció en todo lo que aportaron este tipo de desarrollos tecnológicos al seguimiento y gestión de recursos sanitarios durante la pandemia y como también posibilitaron la educación a distancia en contexto de ASPO.
Mencionaste el aporte de las universidades, ¿cómo evaluás estas primeras aproximaciones de la academia frente a esta realidad, que interactúa con otros actores?
La participación de las instituciones que hemos convocado fue muy bien recibida y los contenidos que compartieron ambos laboratorios resultaron de mucho interés, tanto para los municipios que participaron como para los actores del sector productivo. En muchos casos son capacidades con las que contamos que no se conocen por fuera del sistema científico tecnológico. Ahí entran en juego las actividades de vinculación y sensibilización que estamos realizando, para generar sinergias entre actores de diferentes ámbitos, muchas veces desconocidos entre sí.
Puntualmente, en lo relativo a la gestión municipal, además de abordar las cuestiones tecnológicas, hace falta trabajar en las habilidades blandas con los recursos humanos. Ahí hay un espacio de acción súper interesante para las universidades también. Muchas ya están abordando las tecnologías 4.0, desarrollando nuevas especializaciones e interactuando directamente con los conglomerados productivos locales/regionales. Es muy relevante el rol de las universidades en el territorio, atentas a las necesidades del desarrollo local.
En particular, a comienzos de la pandemia, notamos cómo las universidades se sumaron a la movida de los desarrolladores (makers) que empezaron a imprimir máscaras de protección facial con la impresión 3D. Hubo mucha articulación local organizada, lo que posibilitó ofrecer respuestas rápidas, de forma voluntaria y solidaria. Se fueron coordinando con los municipios, las áreas de salud y armaron su logística en este contexto de confinamiento. Fue muy interesante lo que produjo entre actores tradicionales/formales del sistema de ciencia y tecnología, los desarrolladores y diferentes áreas de gobiernos municipales o provinciales.
¿Cuántos municipios podrían plegarse a esta movida de la capacitación?
Sin duda, la idea es ampliar esta prueba que hicimos con algunos municipios. De todas maneras, antes de avanzar convocando a otros, quisiéramos realizar una evaluación precisa de la experiencia y ajustar algunas cuestiones operativas, porque siempre tenemos que ir de la mano del actor local o provincial.
¿Qué otras agendas están desarrollando en estos días?
Desde la Subsecretaria de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación (bajo la cual se encuentra la Dirección) estamos organizando un ciclo de cinco encuentros en el mes de octubre, sobre Inteligencia artificial y ciencia de datos aplicados a la gestión de crisis sanitarias, junto a la Agencia I+D+i, el Ministerio de Salud y la Fundación Sadosky. La idea es reflexionar acerca del potencial y los desafíos que plantean los desarrollos tecnológicos basados en inteligencia artificial y ciencia de datos en contextos como el actual. Queremos visibilizar y difundir las experiencias de algunas provincias y fundamentalmente, cómo el sistema científico tecnológico pudo aportar, en este sentido, con desarrollos locales frente a la crisis del Covid – 19.
También va a haber un panel para conocer las capacidades del Estado Nacional que se han consolidado en este contexto y del sector productivo aplicadas a la salud. Por último, tendremos un encuentro dedicado a reflexionar acerca de los cuellos de botella pendientes para seguir avanzando en este recorrido.
Para contactarse: innovacionargentina@mincyt.gov.ar