
“Se demostró científicamente que el malbec argentino es único”
EntrevistasEl enólogo de Catena Institute charló en Radio 10 sobre los últimos estudios en ciencia que demuestran que nuestro emblema nacional es distinto al de otros lugares, tanto en lo químico como en lo sensorial.
¿Qué tiene el malbec argentino?
Hace más de diez años veníamos trabajando con otras instituciones para tratar de entender por qué nuestros malbec son distintos. Como nosotros no tenemos 800 o 1000 años como tiene Borgoña o Burdeos, tuvimos que usar la ciencia y tratar de deducir por conocimiento lo que ellos tuvieron durante muchos años de prueba y error. No podemos esperar 800 años para conocer nuestras regiones, de allí que hace 10 años con Laura Catena (bióloga y médica de Stanford y Harvard, lo cual la parte de ciencia la tiene bastante clara y es la fundadora de Catena Institute dentro de la bodega), propusimos estudiar el terroir de Mendoza, principalmente el malbec que es nuestro emblema a nivel país, la bandera nuestra en el mundo de los vinos.
¿Cómo se dio?
Empezamos un proyecto en California con una tesis de maestría de Fernando Buscema, que es director del Catena Institute junto con profesores de la Universidad y se publicaron en dos revistas en el año 2014 y 2015. En los primeros años se demostraba que el malbec de Argentina es distinto al malbec de Estados Unidos, se comparaba una misma variedad de dos continentes a nivel sensorial y químico. En 2016, con mi tesis doctoral junto con investigadores del Conicet, publicamos un artículo en 2018 y ahora estamos contentos porque publicamos resultados de uno de los estudios de terroir más grande del mundo para entender una variedad.
“En Catena tenemos 135 selecciones de plantas distintas y desde ahí estamos trabajando en distintas selecciones de plantas”
¿Cómo es la historia del malbec?
El malbec tiene origen en el sur de Francia y vino a Argentina en 1855 por orden de Sarmiento para mejorar la vitivinicultura Argentina. Se hizo una Escuela de Agronomía en San Juan y Mendoza que promovía la vitivinicultura como se hacía en Francia y el malbec se fue adaptando a distintas regiones de Mendoza, en el valle de Uco, Luján y Maipú. Después ocurrió que en Europa un insecto atacó las raíces y tuvieron que sacar de todo el continente esta uva, y cuando los europeos tuvieron que plantar de nuevo decidieron plantar otras variedades, ya que el malbec es de bajo rendimiento, es bastante sensible a las heladas y en ese momento no era económicamente viable y lo cambiaron por el merlot y otras variedades. El malbec de la Argentina es de origen francés.
¿Qué hay del pinot noir?, ¿qué tiene de particular que se puso de moda en Argentina?
El malbec tiene mucha similitud con el pinot noir, absorbe mucho del suelo y el ambiente, si el suelo es pedregoso, la planta es bastante sensible a esos estados; si hace mucho calor o frío, si hay mucho sol o menos sol. En el caso del pinot noir, Laura y yo hacemos una línea llamada Domaine Nico, que son el fruto de cinco parcelas de pinot noir que tiene el mismo concepto de esta investigación que nosotros publicamos, las usamos para entender en otras variedades. Los vinos más caros del mundo son pinot noir.
¿Ustedes, además de publicar, hacen biotecnología, germoplasma, banco de genética?
Tenemos la colección de malbec más grande del mundo. En Catena tenemos 135 selecciones de plantas distintas y desde ahí estamos trabajando en distintas selecciones de plantas. No todas las plantas son iguales, la planta cambia. Estamos tratando de ver cómo se puede seleccionar la planta libre de virus ya que hay un montón, también trabajamos en cultivo orgánico y tenemos proyectos de innovación.